Etapa alpina del Tour de Francia. Sábado de verano, 16.30 horas. Un top 10 de la clasificación queda descolgado en el penúltimo puerto y decide arriesgar en la bajada para enlazar con el grupo de favoritos. Finalmente lo consigue, pero, en una imagen paralela, vemos a su director de equipo, desde el coche, desesperado porque no ha comido lo suficiente durante ese periodo, propicio para ello. El corredor encara el último puerto y, después de unas primeras buenas sensaciones, se corta en las primeras rampas, pierde una minutada y llega a la meta pidiendo clemencia.
Esta imagen la hemos visto una y mil veces en las etapas ciclistas. La del pedalista que no se alimenta como es debido y la del director que se lo recrimina públicamente y culpa de ello a su mal resultado. Por eso, esta situación ofrece una perfecta visión sobre la importancia de la alimentación en este deporte. En este artículo, te ofrecemos una panorámica sobre este hecho, para que entiendas bien los porqués de esta afirmación.
¿Qué tienes que comer en una prueba ciclista y cuándo debes hacerlo?
En la web de Chema Arguedas se pueden encontrar algunos útiles consejos para responder esta pregunta. Según este especialista, lo que determinará la alimentación durante una jornada de ciclismo será el periodo de tiempo y el tipo de ejercicio que realices sobre la bicicleta. Por ejemplo, si tu entrenamiento es de resistencia y vas a invertir muchas horas dando pedales, tu cuerpo tirará primero del glucógeno muscular, posteriormente de la glucosa en sangre y, por último, de las grasas.
Si la rutina que vas a seguir es de corta duración, es de suponer que el esfuerzo anaeróbico será mayor y, por tanto, tendrás un menor tiempo para alimentarte. Una buena solución, en este sentido, son los productos líquidos con un alto índice de hidratos de carbono. Aunque, eso sí, vigila que no tengan un elevado contenido en fructosa, puesto que podría ralentizar la llegada de la glucosa a tu torrente sanguíneo. Aquí, también puedes optar por introducir glucosa líquida en tu bidón de agua, una solución muy recurrente en el circuito profesional.
Chema Arguedas recomienda la preparación de una bebida energética casera que incluya 500 miligramos de bicarbonato sódico, otros tantos de sal y de cloruro potásico, 1 ó 2 cucharadas soperas de azúcar y el zumo de dos limones. Con esta receta, poco menos que irás lanzado hasta la meta.
En cualquier caso, sea cual sea tu entrenamiento, acertarás si decides consumir hidratos de carbono con un alto contenido glucémico, pues tu organismo tendrá la capacidad de convertir esta sustancia rápidamente en glucosa y la fatiga y la pesadez de piernas se retrasarán ostensiblemente.
En el mercado, puedes encontrar muy diversas barras energéticas y geles de estas características, aunque también están presentes en alimentos como los plátanos, en las pasas, o en preparados como las tostadas de pan blanco con mermelada; o las galletas con membrillo.
¿Qué ocurre en los casos en los que no se sigue una buena alimentación? Simplemente, que el famoso “tío del mazo” obtiene unas alas que le permiten alcanzarte con una mayor rapidez. Si no comes ni bebes líquidos durante tu actividad, tu cuerpo tirará de reservas y, cuando éstas se agoten, tu capacidad de esfuerzo también lo hará. Vendrán los calambres, la famosa “pájara” o problemas mayores de tensión o de deshidratación.
¿Es bueno beber café antes de salir a entrenar?
El café contiene cafeína, una sustancia estimulante que está permitida en la práctica del ciclismo. Entre los efectos que produce, en una dosis moderada, se encuentra cierta activación muscular, lo que puede ayudarte a obtener mejores resultados durante tu entrenamiento. Ahora bien, mucho ojo al tomarlo antes de una prueba de larga duración.
¿Por qué? Básicamente, porque este componente es diurético, es decir, ayuda a la expulsión de líquidos del organismo. Esto quiere decir que la deshidratación podría presentarse bastante antes si lo ingieres, lo que le hace desaconsejable para las pruebas de larga duración. También el guaraná y, por supuesto, las bebidas que contienen taurina, auténticas bombas de azúcar que en algunos países incluso están prohibidas por los efectos que generan en el organismo.