—Srta. Henderson ¿está usted bien? —Phil le lleva una de las botellas de agua refrigeradas de la despensa.—Gracias Phil, sucede que vine corriendo hasta acá porque estoy retrasada.Lara guarda el paquete de Shila en su casilla y se cambia la camisa por una verde oscura que lleva el logo de la tienda.—No debía preocuparse, tengo todo bajo control.—Francamente no es eso lo que me preocupa sino mi madre —explico ésta. Phil se colocó detrás del mostrador a su lado.“Es ahora o nunca Lara pregúntale”— ¿Phil?, esto es tan incómodo para mí como para ti pero debo preguntarte respecto al cheque, ¿mi padre ya te había dado tu pago?— ¿Quiere saber la verdad? —Phil rio sarcásticamente diciéndoselo al oído. Luego se aparta y continua—. El cheque que su padre me entrego reboto, su madre quedo en pagarme pero su padre no lo permitió. La única manera de poder pagar la renta era pidiéndoselo a usted. El viernes quise asegurarme que hubieran fondos para retirar así que llame y para mi sorpresa me respondieron que sí. — ¿Cómo se enteró mi padre del cheque? —Phil negó con la cabeza.—Simplemente llamo para decirme que me había depositado el dinero en mi cuenta.
Luego de eso ambos siguieron con su trabajo. Lara no podía creer nada de eso, ¿su madre le había mentido también? Parece que sí. Aunque no se explicaba porque. De su padre podía esperarlo pero nunca de su madre. Ahora más que usada se sentía desconfiada, esa simple historia basto para dejar de confiar en su madre por completo. ¿Que se traería entre manos?***Viernes 16 de septiembre2:23 p.m.No escuchaba apropósito, ellos hablaban como si estuviesen solos, cosa que no es verdad. Yo estoy aquí, sin embargo ellos no se han dado cuenta. Busco inspiración para el concurso, el próximo sábado es el último día para enviarlo y no tengo absolutamente nada.Quiero irme pero ellos se darán cuenta de mi presencia.— ¿Qué hiciste esta vez para que se enojara? —puedo distinguir la voz de Derek. El Mike y Dean están reunidos del otro lado.—Desearía que uno de nosotros tuviese la mayoría de edad para denunciar a esa mujer —Mike parece muy dispuesto a hacer lo dicho.—Es increíble lo cruel que es —Derek se escucha tan enojado como Mike, pero yo aun no comprendo.— ¿Cruel? ¡Dices cruel Derek, pero eso no es cruel es la maldad pura!, ¡es el diablo en persona! —Ahora Dean era quien daba su humilde opinión al respecto—. Aunque de igual manera nada de eso importa ¿o sí? No hay nada que pueda hacer.Jamás habría imaginado que esos tres odiaran tanto a una persona, ella, quien sea que fuese, era su punto clave en esta conversación. Incluso me sobresalte cuando Dean comenzó a gritar a todo pulmón sobre lo horrible que ella era. —Crean lo que quieran— dice Derek—, pero yo pienso que ella planea bien lo que hace porque entonces dejaría rastros mucho más evidentes. No solo es perversa sino astuta.Poco después las voces se detienen y una puerta se abre y cierra. Ya se han ido.Reconocí entonces que sus conversaciones mantienen cierto nivel de discreción pues saben esconder muy bien el sentido verdadero de la misma. Y por eso mismo no comprendí lo que hablaban, lo único claro fue el hecho de Dean era la víctima de una ella y que de alguna forma se ganó las colaboraciones de Mike y Derek en su contra.Ya casi seria hora de salir, lo cual esperaba con ansias puesto que necesitaba hablar con el Sr. Gold, el único profesor que realmente me importa porque mantiene sus expectativas sobre mi aún más que mis padres. Tengo mucho que agradecerle.—Sr. Gold ¿tiene un minuto? — Lara se asoma a la clase del profesor cada vez que le surgen dudas o necesita comentar algo respecto al arte. En muchas ocasiones Lara fue encontrada por Russell llorando a causa de las burlas y comentarios ofensivos de la popular y maliciosa Susan Evans. Esta conexión comenzó el primer día del séptimo grado, Lara recién regresaba de Florida y tras un año viviendo allá se sentía extraña y deprimida de nuevo. Entonces se topó con Susan en la clase de gramática y ésta la comenzó a llamar “Lara la rara” poco después de escuchar su nombre cuando Lara se presentó ante todos por ser una chica supuestamente nueva. Cuando ella básicamente ya conocía a la mitad de la clase.Por aquella época Lara tenía 12 y no cumpliría hasta el día siguiente. Las burlas de sus compañeros la enfadaron tanto que no se resistió a salir corriendo mientras comenzaba a llorar. El Sr. Gold era un maestro suplente recién graduado de la Real Academia de las Artes que caminaba en dirección a su siguiente clase cuando escucho a una de las estudiantes llorar en uno de los armarios del conserje. Ese mismo día Lara no solo encontró un apoyo sino que tomo una de las decisiones más importantes en su vida: ignorar a las personas.—Claro Lara, pasa— el Sr. Gold acomodo e hizo un espacio para ella al frente de su escritorio con una de las sillas de los alumnos que por algún motivo termino amontada entre las tareas que el calificaba.Lara recordó que hizo eso mismo en el armario. El sr. Gold usaba un pantalón gris de vestir, zapatos bien lustrados y una camisa blanca por debajo de un chaleco corinto y corbata negra. Ella imaginaba que no quería arruinar su traje y por eso mismo se abrió espacio de entre los utensilios obviamente capaces de ensuciarlo.
—Creo que tengo un bloqueo —comenta Lara muy frustrada, de verdad muy frustrada. Ella en verdad desea poder realizar ese fantástico viaje a Nueva York y de ser posible ir acompañada por el Sr. Gold.Russell hizo una mueca de desaprobación, seguro que el ya habría pasado por eso mismo, sino ¿Por qué Lara pediría su ayuda? En su rostro solo resalta una cosa y es, según las observaciones de Lara, la interesante combinación entre su estructura ósea y sus ojos verde azulados. El resto está implícito. Desde esa vez Lara recurre a él, no precisamente porque ella lo quisiera, en un principio era Russell quien preguntaba cómo estaba y la frecuentaba con mucho interés y sobretodo preocupación. Lara aún no está segura de sí el llego a charlar con sus padres al respeto ya que en más de alguna ocasión cuando el Sr. Gold y su madre se encuentran se abstienen de dirigirse la palabra. Es una situación extraña que Lara, pese a tener 16 y un enorme razonamiento lógico, aun no comprende. Y es que ha querido preguntarle tantas veces sobre eso al Sr. Gold.Cierto día por la hora del almuerzo ella se detuvo frente a la clase pero no entro, el Sr. Gold nunca se dio cuenta pero Lara lo observo todo el descanso intentando descifrar lo suyo con su madre. Al final se rindió.— ¿Sabes?, yo te comprendo perfectamente, desafortunadamente no es tan sencillo salir de un bloqueo pues como artista necesitas encontrar algo que realmente prenda esa chispa de nuevo.— ¿Qué hace usted cuando se bloquea?—Voy a mi lugar preferido o sencillamente ojeo mis primeros intentos de obras artísticas, me dan una razón para creer que puedo superarlas y es en ese instante donde la chispa se prende de nuevo. Sin embargo no significa que para todos funcione igual, cada quien tiene su medio. Tú debes encontrar el tuyo.Después de la conversación con el Sr. Gold me puse a pensar en los lugares que me brindaban cierta paz y tranquilidad. El parque Harmor sería uno de ellos, aunque honestamente hacia demasiado calor para ir ahora, de igual manera algo en mi cabeza me animo hasta el punto de ir caminando de la escuela para el parque. Mamá ahora utilizaba más el carro y mi padre, que aún seguía en casa, el suyo. Dejándome a mi dinero para el autobús.Desdichadamente el autobús no siempre se aparecía, así que se imaginaran que cuando llegue al parque estaba más que exhausta. Me faltaba el aire y el calor me hacía creer que moriría por su culpa. Busque sombra como la última vez que estuve aquí asegurándome de que no hubiese ningún partido de beisbol cerca. Saque mi cuaderno de dibujos empastado, que tanto me gustaba, y comencé a mirar por los alrededores mientras ojeaba mis dibujos anteriores. Tenía en mente que lo que dibujaría debía ser algo poco convencional y extraordinario. ¿Pero qué?Justo en ese momento ella percibió que alguien se acercaba y disimuladamente alzo la vista un par de veces para saber de quien se trataba. Con suerte nadie la notaria o la identificaría, ya que llevaba un sombrero puesto y unas gafas de sol, que uso solo para esos momentos donde no quiere que la gente note que los observa. Es algo que hace desde que tiene memoria. Es muy extraño según su madre, dice que la avergüenza cuando los usa en lugares no necesarios. Así que de estar aquí no podría decir nada.Dean Songle se aparece de pronto caminando por el parque. Es una visión muy distinta a la que tenía grabada desde el lunes. Lucia cansado, y muy distraído, además de enfadado. No llevaba nada consigo aparte de una camisa de manga corta azul y jeans de un tono celeste desgastado. Cuando se sintió segura porque estaba alejándose se quitó las gafas y volvió a lo suyo en busca de inspiración. Una idea le vino a la mente, al menos ya sabía lo que quería que su dibujo transmitiera a las personas, solo le faltaba un sentimiento que capturar.Con la mente en las nubes y concentrada en la hoja en blanco frente suya, Lara comienza a desesperarse. — ¿Bloqueo de artista? —En su interior Lara dio un brinco y el corazón se le volcó por completo. Luego termino enfadándose y estuvo a punto de gritarle una grosería a Dean cuando vio en su brazo izquierdo un enorme moretón y varios arañazos. Los cuales le recordaron a los odiosos gatos de su vecina Marylu son horripilantes y una amenaza cuando se le acercan a cualquiera que no sea su dueño. En una ocasión cuando Lara tenía 14, uno de los gatos la aruño en el rostro y sus padres no estaban en casa. Ella no sabía que hacer así que se fue sola al hospital, desde ahí los doctores llamarón a sus padres, pero ninguno respondía, de modo que la tía Clara término llegando muy angustiada. El daño fue leve pero era desagradable tener esas costras en la cara. Aunque claro que no era nada de eso. ¿Serian esos golpes de lo que él, Derek y Mike hablaban esta mañana? No se atrevía a preguntarle. Pero igual lo hizo.—Si —respondió—. ¿Qué te sucedió en el brazo?Dean cambio su expresión relajada de repente. En tanto Lara se preguntaba como logro aparecerse sin que ella lo notara.—Un accidente solamente —explica y se sienta a la par suya.—Ah.— ¿Puedo? — Lara asintió y permitió por primera vez que alguien tocara y viera sus garabatos. Un desconocido sostenía una parte de su vida.“¿Por qué se lo diste? Apenas y lo conoces”—Eres muy buena, yo apenas y puedo dibujar. No es mi fuerte. Lara se limitó a sonreír por el comentario, Dean lucia tranquilo, y mucho más relajado que hace rato.Sobre Dean no había mucho que pudiese decir, al menos algo positivo, salvo que nunca se había burlado de ella como Mike y Derek. Siempre le pareció curioso pues los tres pertenecen al grupo de los populares tanto como Susan y Alice, y de todas maneras son diferentes. Lo que sabía de él era que provenía de una familia numerosa y adinerada. Francamente Lara no puede imaginarse a Dean con ropa cara y accesorios costosos. De hecho el viste sencillo y a juzgar por esos pantalones desgastados, no tiene muchas opciones en el armario. O por lo menos en buen estado. —Oye, sé que estuviste ahí esta mañana.“Ahora ¿Qué se supone que haga?”El corazón se me detuvo por un instante. ¿Cómo lo supo?—Dean —dijo suavemente—, en mi defensa yo estaba ahí primero. Pero quiero que sepas algo. Primero: que no entendí de que hablaban y segundo: tampoco diré nada.—Te creo —dice con calma.Yo suspire aliviada y asentí en agradecimiento por su comprensión.—Y dime, ¿Cómo lo supiste? —yo sentía curiosidad. El aparta la mirada del cuaderno, me ve y sonríe.—Lo supe cuando salimos. Vi la correa de tu mochila. Créeme de haber sabido que había alguien dentro jamás hubiera dicho nada. Pero solo para estar seguro ¿Qué fue lo que entendiste?Vi al horizonte, pensaba en lo primero que se me vino a la cabeza luego de haber escuchado la conversación.—Que alguien, una mujer —especifique— aparentemente no te trata bien.Habiendo terminado Dean cierra el cuaderno y se lo devuelve a Lara.—Sí, algo como eso —afirma el poniéndose de pie—. Ahora si me disculpas tengo cosas que hacer y se me hace tarde —levanta su muñeca para ver la hora—. Confió en que no dirás nada aunque tampoco es que te vayas a enterar de mas —asume el—, hasta luego Lara.Se da media vuelta y comienza caminar pero entonces algo lo detiene y se vuelve hacia mí.—Por cierto, muy buenos tus dibujos. Buena suerte con el bloqueo —dice para terminar y sale a trotes del parque.Recogí mis cosas y me fui a casa. No esperaba que Dean dijera algo como aquello. En el fondo agradecí por el cumplido. Por la noche no fui capaz de conciliar el sueño, sobre todo por las dudas que me invadían. Especialmente dudas acerca de Dean, dudas sobre sus razones para hablarle, dudas sobre su vida. Y aun así algo bueno salió de mi visita al parque. Tiempo después de regresar a casa, durante el almuerzo se me ocurrió. La idea que podría participar en el concurso. Ahora solo fallaba comenzar a bocetar.Continuara