Gordon Guyatt y los demás inventores-promotores de la Medicina Basada en la Evidencia, tras observar que al cabo de los años, sus tesis iniciales estaban produciendo grados de evidencia y recomendaciones variables, decidieron poner de acuerdo a todos los actores, mediante la creación de un grupo internacional para el que forzaron el nombre de GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation), y se pusieron de acuerdo para implementar un sistema común, internacional, riguroso y transparente para la formulación de recomendaciones de práctica clínica (dirigidas a pasar de la ciencia a la acción, a la práctica clínica).
La evaluación tradicional se centraba en el fármaco, de modo que el fármaco es el que tenía las necesidades y se buscaba a pacientes que las satisficieran. La evaluación GRADE se centra en el paciente, de modo que éste es el que tiene las necesidades y se busca a los fármacos que las satisfacen. Se parte de lo que le importa al paciente (informado), y se gradúa (con números) esta importancia. Así por ejemplo la mortalidad cardiovascular le importa al paciente (informado) en su más alto grado, mientras que el colesterol sanguíneo es de importancia moderada o baja. Los incluidos en los grados de importancia 7, 8 y 9 son críticos para tomar decisiones y formular las recomendaciones. Los grados 4, 5 y 6 son importantes, pero no críticos. Y los grados 1, 2 y 3 (por ejemplo un dolor leve de cabeza) se anotan, pero no se incluyen en las recomendaciones.
La parte más objetiva es la validez de los estudios que se han evaluado (es decir, cuán verdad es lo que tengo dentro de esta caja). La combinación de una adecuada y sencilla matemática obtenemos únicamente 4 intuitivas y fáciles calidades: Alta, Moderada, Baja y Muy Baja. Si es muy baja la calidad de la evidencia de lo que he logrado encontrar, significa que lo que tengo en esta caja es muy poco verdad.
Con la calidad de la evidencia en mano, nos disponemos al último paso: formular la fuerza de nuestra recomendación, la cual debe reflejar hasta qué punto podemos estar seguros de que los efectos deseables de la intervención superan a los no deseables. Recomendación fuerte significa que tenemos un alto grado de confianza de que los efectos deseables de la intervención superan a los no deseables (recomendación fuerte a favor), o viceversa (recomendación fuerte en contra). Recomendación débil significa que nuestro grado de confianza es menor porque probablemente los efectos deseables de la intervención superan a los no deseables (recomendación débil a favor), o viceversa (recomendación débil en contra), pero están menos seguros.
Con este sistema se transparenta toda la evaluación al lector y se hace explícito por qué se ha emitido tal recomendación.
De Galo Sánchez. Oficina de Evaluación de Medicamentos, del SES.