El vallecaucano Londoño.
Aparece ¿Por qué es negra la noche? de Julio César Londoño. Un libro de ensayos que nos recuerda a ¿por qué las moscas no van a cine? del mismo autor. Un escritor mordaz, inteligente, creador de una prosa que mantiene al lector "pegado". Aquí lo que comentan en CEET:
Para llegar al brasier se necesitó de la geometría griega y el estudio de cónicas, de la Revolución Industrial, para que se crearan telares que manejaran fibras elásticas; del glamour francés y del mercadeo estadounidense.
Este es uno de más de 70 temas curiosos que ha coleccionado a lo largo de su vida el escritor vallecaucano Julio César Londoño, que ahora reúne en su nuevo libro '¿Por qué es negra la noche?'.
Luego de la novela 'Proyecto piel' (2008), Londoño regresa al ensayo, uno de sus géneros preferidos. "Un ensayista debe tener varias cosas: debe escribir bien, debe pensar bien, pero tal vez, la cualidad principal, es que sepa especular, de una manera inteligente y que nos regale reflexiones propias", anota.
En la primera parte, se encuentran los temas dedicados a los genios y sus inventos; un aspecto más de corte cerebral, que el autor cataloga, con el humor negro que lo caracteriza, como la materia más fea de los humanos.
"Usted nunca oye a nadie decir: 'tan divino su cerebro'. Es muy feo, pero su organización no la tiene nada: ni el agua, ni el diamante, ni el cuarzo; ninguna materia tiene tanto orden en el sentido de que pueda producir tal cantidad de sucesiones y de relaciones por milímetros cúbicos", se adelanta a decir Londoño, un apasionado estudioso de los temas científicos.
Precisamente, fue un curioso hallazgo científico sobre el escritor Edgar Allan Poe, el que le dio a Londoño el título de su libro. Ni Keppler, ni Newton, a pesar de sus horas de estudio, lograron responder "¿por qué es negra la noche?".
"Y fue Poe quien descubrió, entre los vapores del alcohol, en una noche de Baltimore, que la noche todavía es negra porque no nos ha llegado aún la luz de las últimas estrellas. O sea que dentro de algunos cientos de años vamos a perder ese tesoro que son las noches", explica el escritor, que dedica, la segunda mitad del libro, a temas más humanísticos como el lenguaje, el sexo y la religión.
"A cualquier persona le intriga un personaje tan extraordinario como Dios. Y cada que viene un papa y cierra el infierno y luego otro lo abre a mi me parece que es una gran noticia, y un gran tema. En todos esos campos la humanidad está produciendo frecuentemente unos artículos extraordinarios y uno debe estar muy atento para aprovecharlos", concluye el autor.
¿DE DÓNDE VIENE LA OBSESIÓN POR LOS GENIOS?
"La idea del genio no es tan vieja como un piensa. La obsesión por los genios viene del Renacimiento y su tendencia de la individualidad. Anteriormente, la humanidad era muy plana, muy colectiva. Por ejemplo, los poeta griegos no se consideraban a sí mismos genios porque ellos creían que eran los dioses y as musas quienes los inspiraban. En el Renacimiento, los dioses pierden terreno y el individuo cobra mucho peso, y comienzan a admirarse a los hombres como genios y ellos a firmar hasta sus cuadros", explica Londoño.