Si todavía te estás haciendo la pregunta de cual fue el porqué del fracaso de Ubuntu Phone Simon Raffeiner tiene una buena respuesta. Raffeiner es un desarrollador de apps que durante algún tiempo estuvo muy volcado en el desarrollo de aplicaciones para Ubuntu Phone. De echo presume de ser dueño de varios terminales y participante activo en los hackatones relacionados con Ubuntu Phone y recientemente ha publicado en su blog un articulo con una dura crítica hacía Canonical y la gestión del proyecto.
Para hacernos una idea. Cuando se anunció el proyecto Canonical tenía como meta el abarcar cerca del 1% del segmento móvil que actualmente se reparten Android e iOS. Ahí es nada, hablamos de cientos de miles de dispositivos corriendo un software “libre” y que prometía la convergencia entre nuestros escritorios y dispositivos móviles.
¿Y qué pasó? Según Simon Raffeiner en su blog, el desarrollo no era tan fácil como cabía pensar. Siempre existió un desconocimiento sobre los dispositivos soportados y si el desconocimiento sobre el hardware era ya una difícil piedra el sistema para colmo no era un sistema operativo tan abierto como Canonical daba a entender. En muchos casos los usuarios no elegían y sólo se limitaban a un repositorio Github donde se hacía pullrequets y nada más. Eso acabó con el desencanto y abandono de desarrolladores y sin aplicaciones la plataforma estaba muerta. Y si esto fuera poco todavía hay más. En su articulo detalla un total de 7 razones que dejan en muy mal lugar a Canonical.
Puede que a estas alturas las declaraciones de Raffeiner puedan sonar a simple pataleta pero no deja de evidenciar uno de los grandes males de muchas compañías al sobrevalorar sus capacidades y mercado haciendo que una buena idea se hunda a base de malas y muy malas decisiones.