Revista Opinión
Si uno acudió como sindicalista, fundamentalmente de un sindicalismo de clase como el de UGT y CCOO (cuyos máximos representantes provinciales estuvieron en la manifestación), lo que querían era que esa histórica lucha por la gente del campo, por sus derechos y por su dignidad, quedara patente y que nadie que se dice de izquierdas los vuelva 50 años atrás. Esto se traduciría en negar la representatividad en función del tamaño y del sitio del que estemos hablando, suprimiendo los últimos eslabones de la cadena democrática, los de los pueblos pequeños.
Si uno acudió como representante o integrante de organizaciones agrarias como ASAJA, UPA, COAG, reivindicaba el papel importantísimo de las instituciones públicas cercanas al medio rural, la gestión de sus recursos, la defensa de sus derechos y la eterna lucha por igualar sudor y dinero. San Julián tiene para autofinanciarse aquello para lo que se creó, el trabajo de la tierra. Sería absurdo que alguien quisiese gestionar desde fuera un bien que pertenece a los de dentro.
Si uno acudió como representante, militante o simpatizante del Partido Popular de otras ELAS, lo hacía reivindicando que el voto que los puso en esa alcaldía tiene el mismo valor que el de su pueblo matriz. Cosa que los representantes del Partido Popular de Marmolejo no comparten.
Si uno acudió como representante, militante o simpatizante de Izquierda Unida, como la alcaldesa de la ELA de Mures, viene para decirnos que va a luchar con uñas y dientes por su pueblo, porque así se lo han confiado sus vecinos. Nos dijo que su pueblo matriz no la trataba bien, pero se le olvidó decir que no ha intentado suprimirlo como el de Marmolejo, a iniciativa de sus “compañeros”. También viene defendiendo la postura de Izquierda Unida a nivel provincial, que en boca de Manuel Pegalajar dijo que rechazaba la propuesta de supresión de su “representante” en Marmolejo, y que era un peaje que tenía que pagar por estar secuestrado políticamente por la derecha de Herrera para conservar su sillón.
Si uno acudió como representante, militante o simpatizante del PSOE, lo hizo para apoyar a sus compañeros de San Julián y de Marmolejo que están siendo agredidos. También porque esta manifestación trascribe punto por punto la base de la ideología socialista, que podríamos resumirla en igualdad, democracia y libertad.
Si uno acudió como representante o integrante de la Federación Española de Entidades Locales Menores, lo hizo en defensa de las mismas y de la autonomía municipal, para sostener el primer naipe del castillo que intentan derribar en España.
Y si uno acudió como marmolejeño o vecino de San Julián, a todo lo anterior hay que unirle que lo hizo porque estamos hasta los cojones de la soberbia, de la mentira, del saqueo, de la trasgresión, de la inmoralidad, de la usurpación de la voluntad popular, del mamoneo y de la manipulación de Bartolomé Soriano, Ascensión Ribeiro, José Manuel Pérez, Antonio Herrera, Rafael Romero, Josefa Cano, Mariano Romero, Miguel Ángel Blanco, Alfonso Soriano, Ramón Cano y la Asociación de Vecinos de San Julián con su Presidente Javier Perales Solís, estos últimos con los mismos privilegios de “electos” que los anteriores, pero sin credenciales. Gritaban dimisión pura y llanamente, porque una minoría apartada, señalada y odiada, no puede ni debe sustituir las decisiones de una gran mayoría confraternizada y unida contra ellos.
Enlace del álbum de fotos de la manifestación de la galería web del PSOE:
https://picasaweb.google.com/116861110442307148131/MANIFESTACION21DEFEBRERO