Revista Economía

¿Por qué gastas más de lo previsto al hacer la compra?

Publicado el 03 mayo 2015 por César @CesarGEz
¿Por qué gastas más de lo previsto al hacer la compra?
En un blog como este normalmente hablamos de los dividendos, su yield, el Pay Out, la evolución de la compañía, el análisis técnico, etc... Pero hoy os traigo la siguiente reflexión ¿Por qué gastamos más de lo debido al hacer la compra? 
En nuestro camino hacia la Independencia Financiera no todo va a ser la columna de los activos e ingresos. También debemos controlar los gastos y no se a vosotros pero a mi siempre me pasa que cuando voy a hacer la compra termino gastando más de lo inicialmente planificado.
Voy a compartir con vosotros mi relato con el que seguramente alguno de vosotros se sienta identificado:Hacemos una lista de la compra detallada con los productos que necesitamos y la llevamos con nosotros durante todo el proceso de compra en nuestros Supermercado o Hipermercado habitual pero llegamos a la caja y nuestro carro contiene productos que no figuran en la lista. Productos que suelen encarecer bastante el importe total de la compra. Llegamos a casa y al guardar los productos de la compra nuestras respectivas parejas o familiares se percatan de estos productos "extra" con las represalias correspondientes.
¿Quién se siente identificado con el párrafo anterior? Seguramente la mayoría y lo peor es que aun siendo conscientes de que no estamos siendo fieles a nuestra lista de la compra y nuestro presupuesto seguimos cayendo en el mismo error una vez tras otra.
Pero ¿cuánta culpa tenemos nosotros y cuánta las tiendas?
Los actuales Hipermercados son trampas mortales para sus clientes. La ubicación de la puerta de entrada al edificio, la ubicación del acceso al interior de la tienda o la distribución de los productos a lo largo y ancho del hiper y su ubicación en los lineales no es aleatoria; es fruto de un elaborado estudio para "tentarnos" y lograr que "piquemos".
¿Por qué gastas más de lo previsto al hacer la compra?
En la mayoría de los hipermercados la entrada está a la derecha del todo y nos obligan a circular con nuestros carritos de la compra en sentido contrario a las agujas del reloj. ¿Habéis observado que cuesta más esfuerzo girar el carro hacia la izquierda? Prueben a empujar el carro en línea recta, suéltenlo y verán que siempre tiende a girar hacia la derecha. ¿Son defectuosos los carros? Todo lo contrario, son herramientas perfectas para lograr su propósito, que recorramos toda la tienda antes de aterrizar en una caja.
¿Por qué gastas más de lo previsto al hacer la compra?Mientras caminas por los pasillos es habitual encontrarse con obstáculos en medio como un Stand muy llamativo donde, por lo general, una azafata atractiva te ofrece una degustación de queso, probar el último capuchino o una infusión. Tú como erróneamente crees que es gratis pruebas y... ¡ay amigo! si pruebas has caído en la trampa porque por lo general cuando estamos haciendo la compra somos más vulnerables por el estómago quizás por la combinación de olores, quizás porque solemos hacer la compra en horas en las que llevamos tiempo de ayuno... Así que pruebas el producto y sugestionado por el hambre... te sabe exquisito y... al carro!! Cuando llegues a casa y pruebes el producto compruebas que no te sabe igual que en el súper y te arrepientes de la compra.
Continúas con tu ruta "guiada" y un intenso y agradable olor a bollería industrial llega a ti. Por supuesto te acercas para coger la barra de pan correspondiente pero frente a tus ojos una bolsa de croissants. Coges la bolsa y los croissants están súper blanditos; esto unido al agradable olor te hace salivar como suele hacer tu perro Bobbie y te entran ganas de abrir la bolsa y comenzar la degustación ahí mismo. Por supuesto, la bolsa va al carro ya que tu cerebro te dice que va a ser el bocado más exquisito que has tomado en tu vida y con un poco de suerte y según la hora comienza a rugir tu estómago como el mismísimo Simba de la película del Rey León. Cuando llegas a casa y llega el momento, abres la bolsa coges el croissant y compruebas que ya no está tan blandito como en la tienda. Lo hueles y ¡SORPRESA! ¡No huele! Lo pruebas y no cubre las expectativas que te habías generado en la tienda. Entonces te preguntas ¿qué producto era el que olía tan bien en la tienda? Respuesta: NINGUNO. Ese agradable aroma es generado con unos sprays/ambientadores especiales para sugestionarte a comprar en esa sección y hacerte creer que son los productos los que generan ese olor. De nuevo te arrepientes de esta compra.
Continúas tu compra camino del agua y la leche que están al final de la tienda recibiendo impactos de 3x2, más stands, colores y luces que hacen que continúes llenando tu carro más de lo conveniente.
¿Por qué gastas más de lo previsto al hacer la compra?Finalmente arribas a la caja donde ves unas pilas y decides comprar un par. El mando a distancia funciona pero... nunca se sabe y es mejor prevenir que quedarnos sin ver la próxima gala de Supervivientes. Junto a las pilas un paquete de chicles, unas chocolatinas, unas bolsas de patatas fritas de diferentes sabores... (Dejo al gusto del lector la elección pero yo con lo sugestionable que soy igual los compro todos -así me va luego a final de mes-).
Este humilde servidor aconseja ceñirse escrupulosamente a la lista de la compra... Aunque yo se que jamás lo conseguiré XD.
Por cierto, ¿alguien ha reflexionado sobre lo tortuoso que es el proceso de compra? Te desplazas al centro comercial con el coche, aparcas, coges el carro, entras en la tienda y vas "buscando" los productos de la lista y echándolos al carro. Una vez llegas a la caja, sacas los productos del carro uno a uno para ponerlos en una cinta, después metes los productos en bolsas y las bolsas en el carro; cuando llegas al coche pasas las bolsas del carro al coche; vas a casa y las bolsas del coche a casa y una vez en casa, sacas los productos de las bolsas y los guardas en su sitio correspondiente.
¡Comprar es una tortura china! Creo que en adelante haré la compra online desde mi casa. Los gastos de envío los cubro con el dinero que me ahorro del desplazamiento y de la compra compulsiva que hubiera hecho y además no sufro la tortura que supone el proceso de compra.

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