Muchos demócratas y gente de buena voluntad se preguntan por qué los medios de comunicación hablan tanto de Podemos y no de otros partidos políticos que no son culpables del desastre de España, como UPyD, Ciudadanos o el Partido Liberal. Se quejan de que estamos concediendo a Podemos una importancia extrema, que ese partido no merece porque acaba de nacer y todavía no ha demostrado nada, ni siquiera su carácter democrático y su respeto a la libertad.
Como esa misma pregunta también se la han dirigido con insistencia a este blog "Voto en Blanco", la respondo: La importancia de Podemos, antes que a los medios se debe al electorado, que se ha entregado masivamente a ese partido, aupándolo hasta convertirlo en una fuerza con intención de voto equiparable o superior a la que tienen el PP y el PSOE. El apoyo de la gente es la que ha hecho de Podemos una esperanza real, probablemente la única con fuerza suficiente para derribar el muro defensivo que ha construido el bipartidismo para hacerse invencible y seguir gobernando eternamente.
La victoria que Podemos, por voluntad del pueblo, tiene al alcance de la mano no la tienen otros partidos que también aspiran a gobernar este país y que, al no haber gobernado, no son culpables del actual drama de España.
En consecuencia, como el pueblo es soberano y determinante en democracia, es lógico y hasta justo que se hable de Podemos como la gran opción y como la única fuerza capaz de desmontar el poderoso tinglado que han montado partidos tan inicuos y manchados como el PP, el PSOE, IU y sus cómplices nacionalistas.
Conozco a numerosos demócratas españoles que se sienten mas próximos a partidos como Ciudadanos o el Liberal pero que están trabajando para fortalecer a Podemos sólo porque creen que Podemos es la única opción real para acabar con el actual sistema, viciado, manipulado y prostituido por los grandes partidos, que se sirven de él para beneficio propio y para que reinen la impunidad, la corrupción, la injusticia y el abuso de poder.
Los ciudadanos deben saber que en España se está librando una batalla cruel y sin piedad, a cuchollo corto, en la que los que han mandado y disfrutado del poder pretenden por todos los medios cerrar el paso a Podemos para que nunca consiga una victoria en las urnas. El bipartidismo, los demás partidos satélites y sus muchos servidores, sobre todo jueces, periodistas y policías, están poniendo toda la carne en el asador para desprestigiar a Podemos y para provocar entre los ciudadanos miedo a que el partido de Pablo Iglesias destruya todavía mas España de lo que hoy está y se convierta, si llega al poder, en una tiranía sin retorno, como la que han construido en América Latina tiranos como los hermanos Castro y Hugo Chaves , en Cuba y Venezuela, respectivamente. Los métodos que utilizan para defender sus privilegios son duros e incluyen la mentira y la propaganda a gran escala.
Nadie puede negar que las amenazas que encarna Podemos no se conviertan un día en reales porque el nuevo partido tiene tics totalitarios que dan miedo, pero ellos utilizan un argumento defensivo de gran potencia: mientras que Podemos es un partido en ebullición que se está formando y que, ciertamente, representa una amenaza, el PP y el PSOE son una realidad letal demostrada y comprobada, dos partidos que han gobernado con suciedad, desacierto y sin grandeza ni mérito durante las tres últimas décadas, que han capitaneado la destrucción de España y que han construido el reino de la podredumbre, con millones de desempleados y nuevos pobres, con cientos de miles de empresas cerradas, con impuestos abusivos, injusticia generalizada, desigualdad escandalosa, marginación de los ciudadanos, democracia prostituida, despilfarro, endeudamiento atroz, protección de la delincuencia política, colaboración con el saqueo de las cajas de ahorro y mil injusticias y brutalidades que han hecho de España una inmensa cloaca.
La posibilidad real de acabar con este sistema que controlan el PP y el PSOE ha electrizado e ilusiona a muchos españoles, desde los indignados a las víctimas y damnificados de la política, incluyendo a los auténticos demócratas y a la gente que busca un mundo mejor con buena voluntad. Muchos estaban hartos de luchar y habían perdido la esperanza de derribar el muro porque el PP y el PSOE, con el dinero abundante que pedido sin escrúpulos a los mercados y rodeados de policías armados como un ejército, de periodistas mentirosos y de jueces controlados, parecían invencibles. Pero ahora han recuperado la esperanza y sienten que los que han conducido a España hasta la injusticia, la corrupción y la pobreza están de rodillas y verlos así, aterrorizados porque pueden perder la teta del Estado que succionan sin piedad provoca una inmensa ilusión y una profunda alegría cívica.
La sociedad española se debate entre dos opciones terribles: o seguir como está, entregando el poder de nuevo a gente que ha demostrado hasta la saciedad su condición corrupta y miserable, o confiar en un partido como Podemos que tiene la posibilidad real de sustituir el actual sistema por otro que muchos crean que será mejor y otros temen que sea peor.
Es una duda inquietante, pero esa es la cuestión. Ni mas ni menos.