La avena es uno de los cereales más consumidos y apreciados en el mundo. Posee destacadas propiedades nutritivas y energéticas. En determinados períodos históricos se convirtió en la base alimenticia de muchos pueblos. En la avena sobresalen los aportes de proteínas, vitaminas, hidratos de carbono y otros nutrientes.
Aunque no tuvo el predicamento de cereales como el trigo o la cebada, se han hallado restos arqueológicos que demuestran su existencia en la actual Europa durante la Edad de Bronce.
Las especies más cultivadas son la Avena sativa y la Avena byzantina. Según datos de la FAO, se trata del séptimo cereal más cosechado en el mundo, con más de 21 millones de toneladas. En España ocupa el quinto puesto, con casi 700.000 toneladas.
Propiedades y beneficios de la avena
La avena en el desayuno es una de las columnas básicas de cualquier dieta con este cereal como ingrediente fundamental. Su efecto saciante durante largo tiempo ayuda a no picotear entre horas, manteniéndonos fuertes y con energía.
Como todos los cereales, es rica en carbohidratos, pero también en proteínas, fibra y grasas insaturadas. Además, aporta gran cantidad de vitaminas (del grupo B especialmente) y minerales, como calcio, potasio, hierro, magnesio, fósforo etc.
Pero ahí no queda la cosa. La avena ayuda a mantenernos jóvenes, porque posee potentes antioxidantes como la vitamina E y el selenio. Contribuye a regular la flora intestinal y destaca por concentrar gran proporción de fibra (10 gramos por cada 100).
Hay que reseñar también que la avena ayuda reducir el colesterol y es un diurético totalmente natural.
¿Por qué incorporar avena a nuestra dieta?
La avena es, si no somos celíacos, uno de los productos más saludables que podemos incorporar a nuestra dieta diaria. Contribuye a la salud cardiovascular y es una magnífica aliada de los planes de adelgazamiento, debido a la fibra de su composición y al poder saciante que genera.
Por otro lado, este cereal es recomendable para los enfermos de diabetes, ya que la fibra contribuye a absorber lentamente la insulina. También resulta ideal para prevenir el estreñimiento y regular el tránsito intestinal.
Muchos deportistas ya conocen los interesantes beneficios que ofrece la avena. No en vano, las vitaminas y minerales de su composición refuerzan el sistema muscular y el nervioso. No podemos olvidar tampoco que los antioxidantes y prebióticos de la avena protegen nuestras defensas y ayudan al correcto funcionamiento del organismo.
Cómo incorporar la avena a nuestra alimentación diaria
Existen muchas opciones para incorporar este cereal a la alimentación diaria. Suele ingerirse en el pan, con fruta, con leche etc. Combina a la perfección con cremas de verduras, sustituyendo a las patatas, crema de leche, queso etc. Tengamos en cuenta que aporta consistencia y mucha cremosidad.
También podemos emplear la avena en rebozados, sustituyendo al pan o la harina. El porridge inglés es una receta parecida a nuestro arroz con leche, pero utilizando el cereal protagonista de este post. Es un postre sano y contundente, que puede tomarse para desayunar, merendar o recuperar fuerzas tras hacer ejercicio.
La avena es, por tanto, un producto saludable y repleto de propiedades, que pueden disfrutar, en su dieta diaria, todas las personas no celíacas y que toleran bien el gluten.