La fe se entiende bíblicamente como la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. La oración y la fe son las estrategias cristianas para acceder a las bendiciones celestiales en el plano terrenal. Aunque el desánimo reine se supone que no se debe decaer y hay que doblar rodillas con devoción y prontitud. Creer en Dios tiene sus beneficios, y este texto no se escribe desde una óptica espiritual o religiosa, se analiza desde una mirada más secular, foránea, extranjera. Creer en la providencia te ilusiona al pensar en que un lugar mejor nos espera y que todo esfuerzo tendrá su recompensa. También te hace luchar por tu dogma, congregarte en algún sitio en comunidad (o no si vas por el método desde casa) y asumir un rol moralista en la sociedad. Es necesario que haya un contrapeso a movimientos feministas, LGBT y abortistas. Sin señalar cual sea el bueno y cual el malo es necesario en este mundo. Todo Ying tiene su Yang y así debe ser. Para algunos lo negativo sea lo uno o lo otro y lo positivo igual. En el establecimiento de las ideas libertarias y conservadoras como eje global es sano que ambas existan.
Si se auspicia un planeta tolerante, con libertades y aprecio por las minorías, también es justo que se valoren los movimientos religiosos y tradicionalistas. Debe respetarse el derecho a creer en Dios pese a todo, aunque la sociedad te llamé loco, debe seguirse garantizado el amor por la fe y posturas ideológicas judaicas, mesiánicas, cristianas o como quiera llamárseles. Debe dársele cabida a la idea de Dios como un ser real, poderoso, amable, fiel, bondadoso y omnipresente. En los tiempos que corren y con las tendencias al alza también deben tener validez los lineamientos de la senda antigua aunque parezcan retrogradas para los progresistas. Así como los espectros de derecha, centro e izquierda en política, hay que reivindicar el derecho de los cristianos a creer, a defender su fe y a establecer lazos de cordialidad con quienes no comulgan ni aprueban lo que hacen.Por ello hay que propagar más "Gloria a Dios", más "Dios te bendiga" y más "Padre nuestro" es sano, es necesario y debe seguir teniendo importancia en nuestros días.