Revista Opinión

Por qué hay que dudar de los filósofos

Publicado el 27 febrero 2015 por Hugo
Entre marxistas y liberales anda el juego
Se supone que los filósofos y las filósofas son, de entre todos los miembros de la sociedad, quienes están más cerca de la verdad, quienes tienen una perspectiva más general de la realidad y quienes se han cuestionado un mayor número de cosas. Sin embargo, ¿por qué suelen decir lo mismo que dicen los poderosos y no tan poderosos del momento, aunque por supuesto con algunos matices, variaciones y lucubraciones a posteriori? ¿No es cuando menos sospechoso que Husserl, Moore, Wittgenstein, Scheler, Sartre, Heidegger, Bloch, Habermas, Adorno, Rawls, Berlin, Taylor, Ricoeur, Foucault, Gadamer, Strauss, Wolin, Ortega y Gasset, Aranguren, Muguerza, Cortina, Rorty y otros «importantes» filósofos occidentales del siglo XX hayan dicho prácticamente lo mismo que los de arriba sobre asuntos tan variados como el Estado, el capitalismo, la economía, el crecimiento, el ejército, la civilización, Occidente, la historia, el Progreso, la ciudad, la ética, la «democracia», el parlamento, la educación, la tecnología, los medios de comunicación, el Derecho, la propiedad, el trabajo, el dinero, el patriarcado, los animales, la domesticación, el ser humano...? Una de dos: o los ricos son tan reflexivos como ellos, el non plus ultra de la intelectualidad humana, y de ahí la coincidencia en sus planteamientos, o lo que ocurre es que los filósofos que son más afines al Sistema, este se encarga de promocionarlos, y quienes lo son menos, de arrinconarlos.
Es la ley del más fuerte, es decir, del que imita mejor (1, 2, etc.). 

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