Revista Cultura y Ocio

Por qué hay que leer a wilkie collins

Publicado el 08 enero 2024 por Elena Rius @riusele
POR QUÉ HAY QUE LEER A WILKIE COLLINS
Durante buena parte de mi vida lectora ignoré que existía un autor llamado Wilkie Collins. En mi infancia y juventud había oído hablar de Dickens, primero (circulaban por ahí adaptaciones para niños de algunas de sus novela, y por supuesto la película musical de Oliver Twist me impresionó debidamente); más adelante, asomaron las Brontë en mi panorama lector (aunque solo las dos mayores; de Anne, ni rastro por entonces). POR QUÉ HAY QUE LEER A WILKIE COLLINS

Pero pasaron muchos años hasta que llegué a saber que había otro autor victoriano llamado Wilkie Collins. Seguramente, en mi fase de aficionada a la novela policiaca, me toparía con alguna mención a La piedra lunar como una de las primeras novelas detectivescas. Ni aún así me decidí a leerlo. Tenía la impresión  -sin duda causada por la etiqueta de "sensacionalista" con que aparecía en algunas críticas- de que sería un autor menor. Cuando por fin lo hice, mucho tiempo después, me di cuenta de que, una vez más, me había dejado llevar por los prejuicios. 

Créanme, igual que uno no debe juzgar un libro por su cubierta -es verdad que a todos nos gustan las cubiertas bonitas, pero no todas dan lo que prometen-, no deberíamos juzgar a un autor por lo que dicen de él. Ni siquiera los críticos. O, tal vez, sobre todo no los críticos. (Hago un breve excurso para recordar que, durante mucho tiempo, estos mismos críticos consideraron las novelas de Jane Austen "literatura para señoritas"; y es bien sabido que la crítica acogió la publicación de Cumbres borrascosas con horror, tachándola de impía, escandalosa y muchas cosas más. Solo son un par de ejemplos entre los más notorios. Si quisiera reflejar aquí todas las veces en que las críticas, ya sean positivas o negativas, de un libro me han llevado a engaño, no acabaría nunca.) 

Pero volvamos a Wilkie Collins. Lo que (casi) nadie dice de él es que es enormemente divertido. Bueno, tampoco lo dicen de Dickens y todas sus novelas están llenas de pasajes de una extraordinaria comicidad. Por algún motivo, se diría que ser capaz de hacer sonreír -o, directamente, soltar la carcajada- al lector es algo malo, cuando es un arte extremadamente difícil, que pocos consiguen dominar con soltura. Tomemos por ejemplo La piedra lunar, una obra con una intriga ingeniosa y una estructura narrativa admirable (cómo maneja Collins la sucesión de diferentes narradores es toda una lección del arte novelístico). No contento con eso, logra crear uno de los personajes más divertidos de la literatura moderna, en la figura del mayordomo, el señor Betteredge, absolutamente memorable. 

POR QUÉ HAY QUE LEER A WILKIE COLLINS

La longitud de la mayoría de sus obras fue otro de los factores que me hizo aplazar la lectura de este autor. Otro error. Es cierto, son largos, pero son tan amenos y pasan siempre tantas cosas que uno no lo nota. Tampoco resulta, como se podría pensar, trasnochado, ni "antiguo". De hecho, Collins era en muchos aspectos un avanzado a su época, y sus personajes femeninos tienen una personalidad, un vigor y una iniciativa que ya quisieran para sí muchas de las mujeres de Dickens. 

POR QUÉ HAY QUE LEER A WILKIE COLLINS

Por si aún no se han convencido de que deben leerlo, un par de cosas más: hoy, 8 de enero, se cumple el 200 aniversario de su nacimiento. ¿Qué mejor homenaje que empezar una de sus novelas? Si no saben por dónde empezar, este artículo del Guardian, escrito por Elly Griffiths (léanla a ella también), proporciona algunas pistas. Y, finalmente, Alba Editorial anuncia la publicación de La mujer de blanco en una nueva traducción, de Miguel Temprano. No lo duden: léanlo, me lo agradecerán. 


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