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¿Por qué hay que ver Dunkerque?

Publicado el 23 julio 2017 por El Sol De Madrid Rubén Olmeda @elsoldemadrid
¿Por qué hay que ver Dunkerque?

Dunkerque es una película de Christopher Nolan en la que participan actorazos como Kenneth Branagh, Mark Rylance, Cillian Murphy o Harry Styles. En mi opinión, y es algo muy personal, solamente por la participación de Tom Hardy habría que ir a verla, no tanto por su actuación sino por él mismo, todo lo que toca Tom Hardy acaba siendo bueno, ¿por qué esta vez no iba a serlo?.

Pero el motivo de ir a ver Dunkerque al cine no es por el reparto, ni por el director, ni porque es una película en 70 milímetros, ni porque ¡ojo! no hay efectos especiales y todo se rodó con espacios originales, buques originales, hasta las barcas eran de la época. Tampoco hay que ir a verla porque la banda sonora sea buenísima, ni porque los disparos sean los más reales que se han escuchado en una sala de cine hasta hoy. Incluso diría que el motivo de verla tampoco es porque la historia se cuente desde tres puntos de vista: tierra, mar y aire, con sus respectivas historias cruzadas.

Hay que ir a ver Dunkerque porque vivimos en una sociedad egoísta, sin valores y con pocas ganas de sacrificio por algún bien común. Nuestros mayores ya no han vivido guerras, los adultos hemos crecido sin ver peligrar los más básicos elementos de bienestar (alimento, techo, libertad, protección) y nuestros hijos se educan entendiendo que se pude considerar derechos a cosas como tener un móvil, ir de vacaciones a la playa, no estudiar, o insultar a un profesor. Dunkerque es una cura a toda esa mierda que tenemos en la cabeza y que no nos deja pensar en lo importante, esas cosas como el honor, la solidaridad o el esfuerzo.

Dunkerque nos deja un mensaje muy claro, un mensaje de solidaridad, la solidaridad del pueblo con sus soldados, con su patria. Un mensaje de que no hay que rendirse, que hay que luchar e intentar todo lo posible por defender aquello en lo que se cree.

De Dunkerque se evacuaron a 338.226 soldados (123.000 fueron franceses), el grueso de la operación (Operación Dinamo) se realizó en los buques de la Royal Navy pero ahí se demuestra el buen marketing que tienen los ingleses porque supieron venderle al mundo que habían sido las pequeñas barcas de los británicos voluntarios que arriesgaron sus vidas cruzando el Canal y desnudos ante las balas y las bombas de los Stukas (los aviones Junkers alemanes). En total participaron unas 800 embarcaciones civiles, la mayoría requisadas sin previo aviso y tripuladas por reservistas, pero Churchill hizo hincapié justo donde había que hacerlo… en los voluntarios que agarraron el timón de sus pequeñas barcas de pesca y se lanzaron con sus hijos a rescatar soldados. Churchill convirtió una terrible derrota y una caótica huída en una gloriosa operación de rescate y un triunfo moral sobre los alemanes.

“Lucharemos en las playas. Lucharemos en los aeródromos. Lucharemos en los campos y en las calles. Lucharemos en las colinas. Y no nos rendiremos nunca”, fueron algunas de las las palabras de Churchill que dieron aliento al mundo.

Si vas a ver Dunkerque te emocionarás, disfrutarás como un niño con las escenas bélicas y entenderás algo que en pocas películas se explica… que en una guerra no hay ningún sitio seguro. Porque es verdad que en muchas películas se ofrece la imagen de lugares de paz, pero Dunkerque nos muestra la crueldad de un conflicto bélico, ni un minuto, ni un rincón te ofrece seguridad.

Ahora lanzo un Spoiler pero tengo que hacerlo, en mi opinión hay dos momentos que reflejan lo que Dunkerque significó y debe significar para todos nosotros, ambas escenas se producen en el barco civil. Un momento es cuando el soldado rescatado del submarino hundido se empeña en ir a casa, “al hogar”, y el dueño del barco le dice que “si no vamos a Dunkerque y ayudamos a los demás, dará igual todo porque pronto no quedará nada de ese hogar”. El otro momento es cuando el hijo del patrón de la barco le dice al soldado que provocó la muerte del chico “si, se pondrá bien”, esa empatía, esa compasión con un soldado desorientado, destruido mentalmente, es emocionante. Habría más momentos pero no quiero estropear la película, solo digo que Tom Hardy protagoniza uno de los mejores, al final.

Y así acaba mi defensa de una de las mejores películas bélicas de la historia del cine. Sin duda junto a Salvar al soldado Ryan, Black Hawk derribado, Senderos de gloria, Apocalypse Now y tantas otras reconocidas por todos.


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