Estoy muy emocionado, o más bien extasiado, mejor dicho embelesado, hechizado, alucinado… no, no hay palabras para calificar el nivel de emoción que siento al tener a Jimmy Garoppolo en mis Niners. Lo vi ya ganar dos partidos en el último cuarto, tirar pases precisos con la presión en su cara, soltar el balón en menos de dos segundos para ganar 20 o 30 yardas, y sobre todo ser el líder que su equipo necesitaba.
OK, admito que nosotros, fans de los 49ers, nos emocionamos mucho cuando Colin Kaepernick nos llevó al Super Bowl, pero nunca lo vimos como el pasador que nos iba a llevar al éxito por muchos años, y nunca comparamos nuestra emoción con lo que sentimos cuando Steve Young ganaba trofeos MVP. Bueno, esta vez sí…
Para compartir mi emoción, quiero hablar un poco más de nuestro nuevo quarterback. Jimmy G llegó a la NFL por medio de los Patriots, quienes lo seleccionaron en la segunda ronda del Draft 2014, siendo así uno de los cinco quarterbacks que los Patriots han drafteado desde que Tom Brady es titular. La mayoría de esos pasadores acabaron como titulares de corto plazo o suplentes en alguno otro equipo, pero ninguno parecía tener el potencial de Garoppolo.
Jimmy G venía con muy buen cartel, en parte porque fue el quarterback de Easter Illinois que rompió los récords de Tony Romo y también porque los scouts hablaron muy bien de sus talentos: lo llamaron un quarterback atlético, con buena mecánica de pase, que sabe deshacerse rápido del balón y bueno bajo presión.
La mayoría pensábamos que los Patriots lo tomaron para eventualmente convertirlo en el reemplazo de Tom Brady, pero al ver que éste sigue a un nivel increíble, nos sorprendieron a todos cuando lo enviaron a los 49ers a cambio de una selección de segunda ronda.
Considerando que Tom Brady ya tiene 40 años y que seguramente no le quedan muchos años a este gran nivel, la sorpresa después del cambio fue mayor, sobre todo pensando que los Patriots dejaron ir a un jugador con enorme potencial, a quien habían visto jugar muy bien en pretemporada y en dos partidos de temporada regular contra los Cardinals y Dolphins, donde acumuló 264 y 232 yardas respectivamente, consiguiendo además cuatro anotaciones en total.
Desde que llegó a los 49ers el 20 de octubre de 2017, la duda en nuestros corazones surgió: ¿Será Jimmy G capaz para llevar a San Francisco a las alturas? Después de tres partidos como titular, 1,026 yardas y tres anotaciones, podemos asegurar que sí. Y no es sólo por sus excelentes estadísticas o por acumular tres victorias en fila, sino porque podemos concluir que pasa el examen de vista y llena los zapatos para jugar esa posición.
Hay una calidad intangible que tienen los mejores quarterbacks de la NFL. Los scouts estadounidenses le llaman “the it factor”, significa que tiene “esa” cualidad que los hace ganadores natos y que se crezcan en los momentos más difíciles e importantes. Sin duda Garoppolo tiene esa cualidad y nos lo demostró desde que jugó en los Patriots, así como en cualquiera de los cuatro partidos que ha jugado con los 49ers.
El flamante quarterback de los 49ers ha sacado ventajas de ser “alumno” de Tom Brady y es la envidia de cualquiera por tener al mejor de la historia como su mentor. Además, su estilo se asemeja al de Brady. Por ejemplo, se deshace del balón extremadamente rápido, tiene calma dentro de la bolsa de protección y cuenta con un temple de acero en momentos importantes. Pero además, tiene un elemento extra: su movilidad le puede ayudar en momentos de presión.
Es obvio que le falta una eternidad para tratar de llegarle a los talones a Tom Brady en cuanto a logros, pero si John Lynch lo rodea de buenos jugadores, Garoppolo tiene el talento, liderazgo, carisma y el coach (Kyle Shanahan) para alcanzar la grandeza.