Quién inventó la brújula
La historia le atribuye a China la invención de la brújula, aproximadamente alrededor del siglo XI, aunque en otras civilizaciones se pudo encontrar artefactos que presentaban una función similar a las brújulas chinas. Por ejemplo, en la antigua civilización Olmeca, en Mesoamérica, incluso antes que en China.
Las dinastías chinas y sus fuerzas militares, utilizaban instrumentos fabricados a partir de estas ideas para la navegación marítima, luego en Europa, ya por el año 1300, aparecieron las primeras brújulas con algunas variaciones respecto a las usadas en China.
Qué es una brújula
Una brújula es un dispositivo con un sistema de acción simple, se compone por un pequeño y ligero imán (que es la aguja), el cual balancea sobre un eje que gira sobre un dibujo que contiene los puntos cardinales (norte, sur, este y oeste). La punta de la aguja indica la dirección del norte, a veces con una N de color rojo.
Brújula Magnética usada por navegantes
Cómo funciona la brújula
El accionar de la brújula obedece a un fenómeno físico llamado magnetismo. La aguja de la brújula que como sabemos es un pequeño imán, es atraída por otro mucho más grande, el cual es el campo magnético de nuestro planeta.
Debemos recordar que los dos polos presentan signos opuestos entre sí, y por ello se atraen, si tuvieran igual signo se repelen según las leyes electromagnéticas. Si la aguja imantada señala al Norte es porque la Tierra presenta un magnetismo de signo contrario en ese polo.
Visualización del Campo Magnético de la Tierra
¿Por qué las brújulas apuntan hacia el norte?
El apuntar hacia el Norte se debe a que la aguja magnetizada de la brújula se coloca en dirección paralela a la dirección del campo magnético que se presenta de forma natural en nuestro planeta. Como las líneas de este gran campo magnético confluyen siempre en los polos magnéticos de la Tierra (las cuales se encuentran próximos a los polos geográficos), la aguja de la brújula se sitúa apuntando por un extremo al polo Norte terrestre y por el otro al polo Sur. Esta aproximación no es buena cuando se está cerca de las zonas polares, pues los polos magnéticos no coinciden exactamente con los geográficos.