¿Te comerías una hamburguesa con bolas de algodón y unos cuantos alfileres? ¿No? ¿Y un helado al que pudieras pegar con una cuchara y no se deformara lo más mínimo? ¿Tampoco? Pues yo creo que sí. Es más, creo que ese menú lo acompañarías gustosamente con un vasito de vino tinto empapado en glicerina, fíjate lo que te digo.
¿Por qué? Porque esos son algunos de los pequeños truquis que emplean los estilistas de comida para que te lleves una gran decepción cuando saques lo que sea del envoltorio. Porque ¿quién no ha comparado su hamburugesa del McDonals con la de la foto? Aunque lo de esta gente es de traca, por lo visto todos sus anuncios se ruedan en el mismo restaurante que, al parecer, no está abierto al público ¡¡Para que no lo contaminéis vulgares humanos!! ¡INSENSATOS!
El caso es que, el bueno de Minhky Le, que es como el Chicote de la publicidad, ha hecho “Real food, but not really”, unos making of para descubrirnos los secretos que hay detrás un anuncio de comida. Vamos, que ya verás como al final se te antoja comerte la hamburguesa por muchos alfileres que puedas clavarte. Ea.
Y que sepas que al pollo asado le ponen caramelo para que parezca brillante y jugosito.
Vía: La Criatura Creativa