El oro fue el primer metal conocido por la humanidad en épocas primitivas, y es la moneda por excelencia desde hace varios milenios. Nada ha cambiado. El oro nos protege, ahora y siempre, contra los riesgos de la inflación y las variaciones irracionales de las divisas nacionales. Con una onza de oro, uno puede comprar hoy día casi la misma cantidad de bienes de primera necesidad que en la época del Imperio Romano, o de la civilización egipcia*.
Sin embargo, la cotización del oro ha bajado bastante en las últimas semanas. Algunos motivos son: la valorización del dólar, la baja del petróleo y los grandes actores que han decidido abandonar mercados considerados volátiles para disminuir su riesgo y cobrar sus plusvalías sobre una cotización que se había duplicado en menos de tres años. El oro es una de las materias primas más usadas. Los intercambios representan más de 4 billones de dólares por año. Es normal en ese caso que dependa tanto de las circunstancias coyunturales que le rodea. Un contexto donde todo es posible en el corto plazo: una fuerte alza temporal para contrarrestar las principales caídas bursátiles, un estancamiento o una lenta caída si el dólar continúa valorándose y el petróleo sigue cayendo.
En el largo plazo, existe una sola posibilidad que nos parece factible: el valor del oro no podrá más que acrecentarse. Y éstos son algunos de los motivos más que válidos:
- Más que todos los demás índices, el precio del oro ha evolucionado enormemente entre 2000 y 2008. Se ha cuadruplicado en ese período, pero pese a ello aún no ha llegado a la mitad de los niveles de 1980 (en datos corregidos por la inflación).
- La oferta de las minas es muy inferior a la demanda final. Las empresas que explotan los yacimientos de oro han cerrado las minas más difíciles de explotar para mejorar su rentabilidad. La producción de oro mundial se encuentra estancada. Como hacen falta entre 7 y 10 años para explotar nuevos yacimientos, durante ese período la demanda será más fuerte que la oferta. El año en que la producción ha comenzado a disminuir ya ha pasado: fue en 2001, con un poco más de 2.500 toneladas extraídas. La cantidad de metal amarillo producido hasta la fecha es de 155.000 toneladas, que cabrían dentro de un enorme cubo de 20 metros de lado. Aún quedan unas 100.000 toneladas de oro en la tierra, de las cuales como máximo la mitad se puede explotar.
Datos interesantes: Extraer una onza de oro cuesta en total 700 dólares en la actualidad. La cincuentena de minas que entrarán en servicio de aquí al año 2015 producirán únicamente 600 toneladas y, paralelamente, muchos yacimientos van a cerrarse. Al final, hay que prever una progresión del 3 al 4% de la producción donde la demanda es muy superior y únicamente se ve compensada por las ventas de los bancos centrales (que también se reducen). - El oro progresa siempre cuando las tasas reales son bajas. Ahora bien, estamos en un período de tasas de interés bajas, incluso muy bajas (EE.UU.). Los desempeños del oro en los períodos de estanflación han sido demostrados muchas veces. El metal amarillo se comporta muy bien cuando las tasas de interés reales son nulas o negativas (el oro no proporciona ningún rendimiento).
- A partir de 2004, los bancos han acatado los acuerdos de Washington con el fin de regular y limitar las ventas de las reservas de oro de los bancos centrales. Por ende, no se puede esperar un flujo masivo de oro proveniente de los bancos centrales. Algunos bancos centrales incluso desean comprar oro: China, Rusia y fondos soberanos de los países del Golfo.
- La demanda no deja de aumentar, en especial en la industria (13%) y sobre todo en la joyería (70%). Estos dos sectores tienen una progresión anual en sus necesidades de aproximadamente un 5% a un 8%. El consumo de joyas va a seguir en aumento a medida que las poblaciones del Sur, muy entusiastas de la orfebrería, accedan a un mejor nivel de vida. En veinticinco años, las compras de joyas han aumentado de 1.000 a 3.000 toneladas por año. En 2007, India ha consumido el 23%, el resto de Asia el 22% (de los cuales el 13% corresponde a China), Medio Oriente el 14%, y los Estados Unidos el 11%. En promedio, cada habitante del planeta se apropia de 0,7 de gramo de oro por año. El consumo de oro crece con el poder adquisitivo, lo que se refleja en la demanda de los países emergentes. La correlación entre el consumo del metal amarillo y el rendimiento mundial por habitante está confirmada.
- Como el comercio del oro está liberado en China pero la importación aún está muy reglamentada, el potencial de crecimiento es enorme, ya que la demanda no deja de aumentar.
- El oro vuelve a convertirse en un valor refugio, y las compras de oro financiero se disparan. Desconectado de los desempeños de las acciones u obligaciones, el oro es más bien una herramienta de diversificación de la cartera para los fondos de pensión y para inversores profesionales. El oro tiene la gran ventaja de no poder ser duplicado por pedido y de no depender más de la soberanía de un Estado. Las características de rareza y de seguridad son, en definitiva, las bases del oro. Y ya ha dado pruebas de ello en épocas difíciles (por ejemplo, durante la crisis de Argentina, los propietarios de oro no sufrieron la enorme devaluación de la moneda local). Cualquier problema geopolítico es favorable para el oro, al igual que cualquier crisis financiera (también ha dado pruebas de ello durante la crisis bursátil de este año).
- Las reciente crisis de los Estados Unidos ha hecho tomar conciencia a los ahorradores de que las inversiones monetarias dinámicas eran riesgosas. Eso ha desencadenado un reflejo de compra de oro.
- Desde 2002, el dólar no deja de perder su valor frente a la mayoría de las divisas. El oro es percibido como “el anti-dólar” por excelencia. La excesiva emisión de dólares por parte de la FED devalúa el valor de la moneda, lo que genera un aumento en el nivel de los precios en los EE.UU. y en el resto del mundo. El poder de compra de un dólar está cada vez más corroído. En cambio el oro, por su rareza, mantiene su valor. El nivel actual del dólar no es inédito. La paridad Euro/Dólar (reconstituida a partir de las antiguas monedas nacionales de la Euro zona actual) era de 1,70 dólares por Euro el 7 de enero de 1980.
- Como el oro estaba cotizado en dólares, una baja del dólar implicaba un alza mecánica de la cotización del metal precioso. Para contrarrestar la caída del crecimiento norteamericano, la FED debe mantener las tasas de interés bajas y eso ocasionará que el dólar siga debilitado.
- El alza del oro está vinculada al retorno de la inflación, que está asociada a la subida vertiginosa de las cotizaciones del petróleo y de las materias primas o agrícolas. En el largo plazo, lo más probable es que el precio del petróleo no caiga, y la inflación mundial debería mantenerse en la franja alta durante muchos años.
Como conclusión, las principales razones para comprar son: el oro es un valor refugio conocido y aceptado en todo el mundo, la demanda de los países emergentes es fuerte y las necesidades a mediano y largo plazo son superiores a la oferta.
En resumen, como ya habrá comprendido, nosotros le aconsejamos invertir en oro. Ahora sólo queda saber cómo. HAGA CLIC AQUÍ PARA LEER LO QUE SIGUE.
* : En la época del Faraón Tutmosis III, se necesitaba el equivalente de 2 onzas de oro (unos 62 g) para comprar un buey. En la actualidad, se necesitarían 2,5 onzas. La inflación ha sido bastante débil en 4000 años.
Traducido del blog: L’or et l’argent