Como arquitecto siempre he tenido la sensación de que las preferencias arquitectónicas de los que nos dedicamos a esta profesión están a menudo muy alejados de los gustos de la gente de la calle. Me acuerdo que hace pocos años hicieron una encuesta en Barcelona preguntando por los edificios más odiados de la ciudad y la torre Agbar quedó en primer lugar ¿Será que no hay edificios feos en Barcelona…?
Hoy os he colgado un vídeo de una conferencia que dio el arquitecto estrella David Chipperfield en el TED de Marrakesh que creo que os puede interesar. Autor, entre otras, de la Ciudad de la Justicia de Barcelona o el edificio Veles e Vents de Valencia, a Chipperfield siempre le ha interesado saber cuál era la opinión de la gente del calle sobre su obra y la arquitectura moderna en general. El arquitecto británico ha llegado a la conclusión que la gente no entiende ni acepta gran parte de la arquitectura y el urbanismo que se ha hecho a partir de la segunda mitad del siglo XX.
¿Quién es el culpable de esta situación? Chipperfield lo tiene claro: El arquitecto
En este vídeo expone que “la baja calidad del dialogo en materias como la arquitectura y el urbanismo tiene un efecto negativo en la producción final de la arquitectura y la forma en que están diseñadas nuestras ciudades”. El arquitecto británico descubre uno de los problemas tradicionales del sector: la excesiva endogamia y sectarismo del colectivo y la falta de dialogo con los diferentes sectores de la sociedad.
Una de les claves de esta falta de comunicación es la forma en que “se forman los estudiantes para luchar contra todo el mundo”, es decir, contra la administración, los planeamientos y las expectativas del público. Por mi experiencia personal, no os diré que esté equivocado. Esta actitud se copia de los estudios profesionales, donde enfrentarse a las opiniones contraríes es una costumbre muy habitual.
Un ejemplo para el optimismo
La solución, según Chipperfield, es una colaboración fluida entre los arquitectos y todos los agentes durante el proceso de proyecto. Uno de los ejemplos que expone donde se ha realizado correctamente este proceso es, obviamente, uno que lleva su firma. Se trata del Neues Museum de Berlín, ganador del Premio Mies van der Rohe 2011, donde el diálogo con el edificio existente y los ciudadanos ha dado como a resultado un edificio muy valorado por la crítica y el público.
¿Vosotros qué opináis? ¿Creéis que la gente odia la arquitectura moderna? Me gustaría que dierais vuestra opinión y pudiéramos comentar el tema. Os dejo con una imagen del Neueus Museum de Berlín para terminar.
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