Cinco siglos después de que Leonardo da Vinci pintara la Mona Lisa (1503–19), el retrato cuelga detrás de un cristal blindado en el Museo del Louvre y atrae a miles de espectadores que se agolpan cada día.
Cinco siglos después de que Leonardo da Vinci pintara la Mona Lisa (1503–19), el retrato cuelga detrás de un cristal blindado en el Museo del Louvre y atrae a miles de espectadores que se agolpan cada día.