Daniel Grifol nos hace este interesante reflexión:
Supongo que es una consecuencia lógica de llevar un estilo de vida enfocado a la productividad. Lo primero que hace una persona que tiene estos principios de la productividad personal antes de tomar una decisión es preguntarse “¿para qué lo hago? ¿de verdad esto me acerca a mi objetivo?”
Después de varios meses haciéndose esta pregunta en el trabajo, es lógico pensar que cuando vayas de compras y te veas delante de una camisa que te parece fantástica te preguntes ¿para que la necesito? ¿de verdad me aporta algo? si ya tengo muchas camisas. Por supuesto, terminas por no comprarla.