Echarse a la calle sólo refuerza el sistema y, al final, lleva a la dictadura. Esta afirmación que puede parecer peregrina es en mi opinión la madre del cordero. Y es urgente que reflexionemos. Lector, si sientes que este artículo resuena en ti, sigue en contacto con este blog, que pronto habrá una convocatoria para empezar a trabajar. Pancho Villa y Sun Yat-Sen . Como ya comenté en artículos anteriores, duele descubrir que las revoluciones (desde la Francesa o la Bolchevique, pasando por Sun Yat-Sen o Pancho Villa) fueron financiadas por los banqueros internacionales y llevaron a la dictadura (Ver A.C. Sutton, Wall Street y la Revolución Bolchevique, 1974, contiene bibliografía extensa). En estos momentos en los que todos hablamos de que una revolución es necesaria, la idea inmediata que surge en nuestra mente es la que nos ha sido implantada por siglos de educación en la falsa historia: nos han convencido de que la revolución consiste en echarse a la calle. Pero, si observamos objetivamente la historia del siglo XX, esta asociación Injusticia>>salir a la calle>> libertad>>mejora social
es una gran MENTIRA. Y es uno de los mejores engaños de nuestra educación. Cada día llegan a mi correo electrónico mensajes que denuncian los sueldos de escándalo de los políticos, y detallan sus privilegios y prebendas. Cuidado. ¿Qué ciudadano se pone a recopilar todos esos datos que no están al alcance de cualquiera? Yo, desde luego, no. Y ¿por qué, ya que estamos, no incluyen en esos mismos correos lo que los banqueros, empresas del IBEX35 en paraísos fiscales y equipos de fútbol defraudan, los privilegios que tienen, los desfalcos que realizan amparados por el poder? No, estos no son correos escritos por ciudadanos escandalizados sino por empresas de marketing en ingeniería social, cuyo propósito es generar en la población española irritación, rabia e indignación y dirigirlas exclusivamente hacia nuestros gobernantes, el Rey incluido, de manera a monopolizar sobre ellos nuestras quejas, y hacernos creer que son ellos los únicos causantes de nuestro malestar. Así, no miramos hacia los que mueven los hilos por detrás, no estudiamos las crisis financieras creadas desde la Reserva Federal, la FED, el banco privado de las 5 familias; no prestamos atención a cómo funciona el BCE (sucursal europea de la FED); no investigamos qué se esconde detrás del palabro los mercados y cómo funciona realmente el ente Bruselas; por qué Van Rompuy no ha sido elegido y quién lo ha nombrado; no exigimos saber por qué el rescate consiste en salvar a los bancos y ahogar al ciudadano que entrega al Estado el 42% de su facturación (21% IRPF+21%IVA). Sabiendo la verdad de todo esto, descubriríamos la verdad de lo que está pasando. Están preparando el terreno para lo que se nos viene encima: se va a crear un caos social que se presentará como espontáneo y debido a la indignación ciudadana, el babas de Rajoy será declarado incapaz de gestionar la situación, vendrá un Goldman Sachs disfrazado de tecnócrata, quedará De Guindos, que es de los suyos, España perderá definitivamente la poca soberanía que le queda, y seremos el felpudo de Europa por siempre jamás. Y no levantaremos cabeza. En Irak asesinaron a 150.000 profesores de universidad con asesinatos selectivos que pasaban desapercibidos en las cifras generales de muertes por la guerra, así se aseguraban que no habría cabezas pensantes en varias generaciones, una manera ya practicada durante todo el siglo XX en las aclamadas revoluciones. España verá la definitiva emigración de cerebros, paralización de su economía, la desaparición de la clase media, con suicidios, depresión y enfermedades, la destrucción de la industria, la completa paralización de la investigación y de la formación en sectores punteros… Eso sí, mucha Belén Esteban, muchos casos escalofriantes de niños asesinados y quemados, muchos culebrones intrascendentes de imágenes restauradas por abuelicas, mucho fútbol y mucho botellón para no percatarse de que esta realidad está siendo diseñada. Pero ¿Por qué la gente sigue diciendo ¡hay que echarse a la calle de una vez! ? Por el implante. Dentro de poco leeremos en titulares: “El pueblo español, indignado por las desigualdades, los privilegios y la corrupción de los políticos y la injusticia social, se echa a la calle para pedir la decapitación de la casta en el poder” ¿Os suena esto? Demasiada coincidencia con la reivindicación de la Revolución francesa ¿no? Y ¿qué pasó después de la decapitación de los reyes? Diez años de guerra civil que sirvieron para eliminar a todos los líderes que de verdad querían un cambio. Esto no se suele contar, sólo nos dicen que decapitaron a reyes y nobles. Mentira: miles de pobres, campesinos y, especialmente, todos los líderes populares fueron igualmente asesinados. Luego vino la descomunal dictadura de Napoleón que puso Europa a sangre y fuego, segando millones de vidas: fue el primer intento de Unión Europea… una unión que se logra por la destrucción de cada país soberano…Otra coincidencia… Napoléon usó la guerra física, ahora están usando la guerra económica, esa es la única diferencia. Después del horror de su dictadura, los franceses volvieron encantados a la monarquía, que casi les parecía democracia…. Y aquí tenemos el primer ejemplo del ciclo diseñado por los que manejan magníficamente los movimientos sociales espontáneos:
Revolución>>guerra civil>>dictadura>>falsa democracia. Si estudiamos atentamente la historia de las revoluciones sin el implante de la historia oficial aparece que el verdadero fin de toda Revolución es la destrucción de las naciones soberanas, de los sistemas rurales donde abunda el trueque que escapa al control central bancario o estatal, para permitir la creación de un poder autoritario, monopólico y centralizado en manos de unos pocos. Este mecanismo histórico nos ha sido ocultado. A continuación describiré el proceso que lleva a esta esclavitud y está basado en la idea de la Igualdad, establecida como principio incuestionable, como valor absoluto.
Todos podemos ser como Torrelodones
Si la Revolución lleva a la dictadura ¿estamos entonces en un callejón sin salida? Si salir a la calle nos lleva a que nos aprieten más las tuercas ¿qué alternativa hay? Hay al menos una: hacer lo que han hecho los Vecinos por Torrelodones: tomar las riendas del poder desde la congruencia, el trabajo, la organización y la honestidad. Ellos también salieron a la calle a pedir que pararan un proyecto urbanístico en una zona protegida, pero se dieron cuenta de que no conseguirían nada desde la calle: tenían que entrar DENTRO del sistema, porque las cosas sólo se cambian desde dentro. En dos meses crearon un partido político, en 2007 ganaron 4 concejales; en el 2011 consiguieron 9 concejales y, ahora, tienen el poder. Esto sí que es un cambio, pero no echándose a la calle, sino entrando en el corazón del sistema. +++++ Puedes escuchar la entrevista al equipo de Torrelodones en el Vórtice Radio: http://www.elvorticeradio.com/2012/09/01/torrelodones-los-vecinos-al-poder/#respond +++++ Viendo este extraordinario resultado, la pregunta que muchos nos hacemos es: ¿es esto extrapolable a otros municipios, gobiernos regionales o nacionales? Después de reflexionar y valorar, creo que la solución está en nosotros mismos: las cosas están como están porque nosotros ciudadanos nocreemos que pueda ser posible estar en el poder. Es, pues, un problema de confianza, de creencias, es decir de FE - o de implantes-. Ahora, observemos ¿quiénes son los que nos gobiernan? ¿Qué formación tienen? Por poner un ejemplo: Leire Pajín, diputada y senadora, fue Ministra de Sanidad, sin tener la carrera de sociología terminada: esta mujer indocumentada fue responsable de la Salud de 47 millones de españoles; por su lado, Esperanza Aguirre, Ministra de Cultura a la sazón, felicitaba a la gran escritora Sara Mago por haber recibido el Premio Nobel de Literatura: de esta otra indocumentada dependieron las decisiones que afectaban a la educación y cultura de 47 millones de españoles. Y, a ninguna de las dos les tiembla la mano cuando toman decisiones que afectan a millones de personas. Aun así, el pueblo sigue votándoles. ¿Por qué? Por el implante. Creemos que ellos lo hacen mejor que nosotros. El cerebro humano es fascinante. La política hoy en día es una profesión a la que se llega por méritos dentro del partido, por influencias o por linaje (véase la impresentable Fabra), jamás por haber demostrado valía para el cargo adjudicado: el caso Rato/Bankia es un ejemplo perfecto. La mayoría de los políticos serían incapaces de crear y llevar al éxito una empresa, a menos que se beneficiara del enchufismo de rigor entre la Casta: esto lo pensamos la mayoría, pero seguimos creyendo que nosotros no podemos estar sentados en la Moncloa dirigiendo un Consejo de Ministros. Seamos sensatos: ¿cómo no va a ser posible estar en el lugar de estos presidentes vendepatrias, parlamentarios sinvergüenzas, ministros indocumentados y fabricantes de armas, concejales corruptos, y todos al servicio de los banqueros estafadores? Cualquier profesional, con honestidad, dos dedos de frente y ganas de trabajar sentiría más respeto y ejercería más responsabilidad en su cargo. Este verano, Torrelodones se quedó sin televisión. Elena, la nueva alcaldesa, subió al cerro en el que estaba la antena. La caseta estaba a pleno sol, nadie sabía dónde estaba la llave, tuvo que venir un policía a pegar cuatro tiros para romper la cerradura. Allí descubrió que el antiguo alcalde del PP, por falta de planificación, había pedido de emergencia al Corte Inglés que instalara una antena TDT para el pueblo. Pero era una antena doméstica, con el calor saltó el aire acondicionado de la caseta y reventó el transmisor… El instalador del Corte Inglés, avisado del problema, no quería venir pues todavía no le habían pagado… La “última” es que el nuevo gobierno municipal ha descubierto que debajo de muchas tapas de alcantarilla: NO HAY ALCANTARILLADO… y sólo llevan un año en el poder. Si esto funciona así a nivel pueblo, nos podemos imaginar lo que puede ser a nivel nacional. Resumiendo: lo que nos impide tener un país bien dirigido, no son ellos, sino nosotros mismos que nos creemos incapaces de gobernar y seguimos delegando en políticos corruptos e incompetentes la gestión de nuestros impuestos, tan sólo porque se presentan históricamente como expertos en la gestión pública. Son las ideas que tenemos implantadas sobre nuestras capacidades personales las que nos impiden pensar que esta situación se puede cambiar. Nuestra cárcel está dentro. Nuestros límites nos los ponemos nosotros mismos. Y sólo podremos cambiar empezando desde dentro, desde la convicción de que, sí, somos capaces. Y, para ello, debemos empezar por imaginar ya que otro sistema es posible, que está en nuestras manos cambiarlo. Debemos pues abandonar las creencias que nos impiden volar. Pero ¿cuál es el mecanismo interno de semejante autocastración? ¿De dónde viene? Estas preguntas me han llevado a analizar los ideales de la Revolución Francesa y, en particular el tan cacareado principio de IGUALDAD. Justamente me comentaban que es por el principio de igualdad que ahora Torrelodones no puede pedir un crédito para arreglar el alcantarillado aunque no esté endeudado y tenga superávit. Como muchos ayuntamientos están endeudados, se ha hecho una ley igualitaria para que todos sean tratados con el mismo rasero. Hubiera sido fácil hacer una exención para los no endeudados, pero no. Todos café. Todos con la soga al cuello. Arre borrico. Ahora describiré cómo la igualdad es una perversión que sirve para despojarnos de nuestra unicidad, limitar nuestros derechos y controlarnos como rebaño. ¿Para qué sirve la IGUALDAD? La igualdad es lo propio del rebaño. Libertad, Igualdad y Fraternidad son tres ideales revolucionarios que se imponen como absolutos e incuestionables. Este lema es undogma,es decir que se afirma y no se demuestra. Y es urgente que reflexionemos sobre él. En nuestra sociedad, la igualdad es un valor absoluto, y negarla es un tabú. Si niegas la igualdad es que eres un facha, un impresentable. Sin embargo, una de las leyes de la naturaleza es precisamente la desigualdad. Todas las hojas de un mismo árbol son desiguales, cada ola en el mar es diferente, cada nube, cada granito de arena. Todas nosotras somos desiguales, unas son más altas, otros más ricos, unas más rápidas, otros más fuertes, unas más pacientes, otros más codiciosos…. Es decir que somos esencialmente desiguales.Somos iguales ante la ley, me dirá alguno. Obviamente, nadie se cree esta otra gran mentira. La casta de privilegiados sigue poderosamente instalada en su feudo inexpugnable. Mi experiencia en las cárceles españolas es que de ninguna manera somos iguales ante la ley. Cuando Mario Conde entró en Alcalá Meco, el director de la cárcel corrió a su casa a buscarle una televisión, y lo instaló en la enfermería. Las cárceles están llenas de pobres que no han tenido una buena defensa, y los parlamentos y bancos están llenos de chorizos quienes, gracias a su riqueza de origen sospechoso, pueden recurrir a los mejores abogados que conocen todas las trampas de la ley, presionan a jueces y llegan hasta poder comprar su indulto al Presidente del gobierno. No, no somos iguales, ni de nacimiento ni ante la ley. Entonces ¿por qué siempre nos hablan de igualdad? Porque la igualdad es lo propio del rebaño. Somos diferentes pero conviene igualarnos para que seamos piezas eficaces en el gran mecanismo del sistema.
Esta igualdad es sobre la que se construye la educación pública y obligatoria, una educación que heredamos de Napoleón, que a su vez se inspiró de la Escuela Prusiana, la que buscaba hacer del pueblo un buen ejército, disciplinado, sumiso y obediente. La educación estatal divide por edades sin atender a las enormes diferencias entre unos y otros, y castiga las diferencias, impone normas y contenidos, tests de inteligencia para etiquetarte como más o menos apto, dicta niveles de conocimiento, valora con notas y suspensos, premiando a unos que mandarán en los cargos intermedios, desechando a otros que obedecerán en los trabajos más duros por falta de alternativas. Así clasificados, nos preparan para nuestro destino de ovejas obedientes. Por eso la educación es obligatoria, y por eso también es gratuita, para que los más desfavorecidos no escapen al aborregamiento. Sobre este mecanismo, recomiendo ver el documental La educación prohibida, disponible en you tube http://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc
Es evidente que no está en la agenda del poder el educar a los ciudadanos en la valoración de sus diferencias, para que desarrollemos nuestro espíritu crítico, nuestra unicidad, para que seamos responsables de nuestras acciones tanto cívicas como personales, pues desarrollando el ser único que tenemos dentro dejaríamos de ser rebaño y lo cuestionaríamos todo. Como ya anunciaban los Protocolos de los Sabios de Sión (1905), la idea de igualdad es una manera de predisponernos a la uniformización, a aceptar ser tratados como borregos, a comportarnos como rebaño quejicoso y victimista, que se somete y delega en otros sus responsabilidades, culpabilizando, además, la diferencia. Cuántos niños traumatizados en el colegio porque son diferentes o avergonzados porque sus padres son diferentes…
La idea de la igualdad es la que nos impide creer que podemos ser líderes, tomar las riendas del poder y echar a estos impresentables. Porque afirmarte como ser único y poderoso implica negar el tabú de la igualdad. Y esto es casi un pecado mortal. El sistema del estado de bienestar se construye sobre la igualdad : todos pagamos por igual, aunque unos fuman y beben como cosacos y otros se cuidan y viven sanamente, unos practican deportes y actividades peligrosas y ponen en riesgo su vida y otros viven tranquilos, respetando la vida. Sin embargo, la injusticia de que todos paguemos por igual se llama justicia social e igualdad de derechos: esta es la paradoja de nuestra sociedad del bienestar. Pero no se puede cuestionar porque la Igualdad es un tabú, y es un tabú porque así nos tienen pillaos.
Sin prisa y sin pausa, el dogma de la igualdad se desliza en nuestro inconsciente y nos empuja a la sumisión y el consentimiento, a la uniformización y de ahí al victimismo, la queja, la pereza, la irresponsabilidad y la desidia. Y así estamos donde estamos, creyendo que esto va a cambiar por salir a la calle o acampar frente al Congreso para PEDIR que sean ELLOS los que cambien, mientras seguimos delegando nuestras responsabilidades en esos mismos que decimos querer cambiar. Leo los Protocolos I y III de los Sabios de Sion, un controvertido texto publicado en 1905, que unos atribuyen a los sionistas, otros a los jesuitas y otros a los antisemitas. Poco importa su autoría, lo interesante es que describe lo que está pasando en estos momentos. No hay seguridad sobre su autoría pero su contenido es verídico. Se supone que está hablando un sabio sionista y dice así: Fuimos nosotros los primeros en gritar ante el pueblo: libertad, igualdad y fraternidad. Estas palabras las repiten frecuentemente desde entonces irreflexivas cacatúas de todas partes del mundo. Repitiéndolas, han despojado a la sociedad de la prosperidad material y al individuo de la libertad personal. (…) Nuestros gritos de libertad, igualdad, fraternidad, cautivaron agentes inconscientes, legiones enteras que enarbolaban nuestras banderas con entusiasmo. Esas palabras roían la prosperidad de los cristianos, despedazando su armonía, entereza y solidaridad; con ellas desmenuzamos los fundamentos de los estados. Fue esto lo que nos dio la victoria proporcionándonos, entre otras cosas, la abolición de privilegios; o sea, la supresión de la aristocracia de los gentiles en todas las naciones, que era la única protección que tenían contra nosotros.
Es brillante: la idea de la igualdad sirvió para suprimir la aristocracia dejando a los gentiles sin la única protección que tenían contra los banqueros (en esta cita no dice que los privilegios siguieron existiendo, pero más adelante lo admite como algo inevitable). Es decir que el concepto de igualdad fue un arma para desembarazarse de la élite y un señuelo para manipular al pueblo, con un concepto sin realidad ni fundamento. Por otro lado, que son los banqueros los que mandan en el mundo, creo que no es una conspiranoïa, es ya una realidad indiscutible. CONCLUSIÓN El término de igualdad es perverso porque culpabiliza y destrona la individualidad. Y como principio, es una gran mentira. No somos iguales, no, en absoluto somos iguales, porque somos únicos. Para ordenar la masa obediente, conviene enarbolar la igualdad como un valor absoluto, para que, a través de dicha idea, el pueblo asuma la condición de igualdad del rebaño como fundamento de la democracia y niegue su individualidad y libre albedrío, porque éstos permitirían su empoderamiento. Como dice Ibn Asad, la desigualdad es la conditio sine qua non de la individualidad. Según dicen los Protocolos, las tres famosas palabras habrían hecho creer a la masa en algo que no sólo no existe, sino que destruye su libertad personal. Esta afirmación puede parecer chocante pero es cierto que para ser igual a los otros, cada individuo tenderá a negarse el derecho a la diferencia, tenderá a ignorar, ningunear su unicidad, su libertad personal, su derecho a ser él mismo, único y perfecto para volverse una oveja lo más parecida a las demás. Y esto ha sido implementado desde la educación estatal porque éste es el gran peligro que más teme el poder que domina este mundo: el gran peligro es que nos hagamos fuertes en nuestra unicidad y nos construyamos desde la afirmación de lo diferentes que somos, de lo capaces que somos de ser líderes y tomar las riendas del poder.
En otros artículos he escrito que la masa es miedosa y perezosa. Sí, como masa es así. Pero la mayoría somos honestos y profesionales, trabajamos, y mucho. Llevamos adelante familias, empresas, sociedades. Tenemos ideas, inventamos y generamos riqueza. Es decir que individualmente somos responsables, trabajadores, emprendedores y creativos. Entonces ¿cuál es el secreto? PENSARNOS CAPACES y ACTUAR en lo público como lo hacemos en lo privado: como individuos, y no como masa. En resumen, la verdadera revolución pasa por empoderarnos de nuestra unicidad, confiar plenamente en nuestra capacidad de gestión de la res publica para organizar un grupo de ciudadanos decididos a tomar las riendas del gobierno, desde la responsabilidad y la honestidad. Ya ha pasado el tiempo de acusar, denunciar y quejarnos. Pasemos a la acción. Si sientes que estas palabras resuenan en ti, sigue en contacto con este blog, que pronto habrá una convocatoria para empezar a trabajar.