Foto: AFP / Paul J. Richards
No fue un chiste y tampoco una pifia de la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki. En realidad el pensamiento imperial cree que el fin justifica los medios, y hasta pueden estar persuadidos firmemente de una estupidez sobre la base del excepcionalismo estadounidense.
Los golpes de estado están en camino, solo que ahora Estados Unidos se apresta a un Maidán en Venezuela, Brasil o Argentina. O, donde les venga bien a sus intereses. No es deseable otra lección del modus operandi imperial empleando los medios, para los cuales los voceros cumplen un significativo rol.
El incidente sucedió aunque parezca una alucinación o mueva a risa, y peor aún fue silenciado sospechosamente en la sobreabundancia y tautología informativa en que se desenvuelve la noticia hoy. Ello constituye también otra buena pregunta.
Pero, esto fue lo ocurrido. Periodistas que cubren la Casa Blanca el 16 de marzo rieron cuando Psaki, dijo que su país no apoya ni promueve cambios de Gobierno a través de medios ilegales, al referirse al golpe de Estado desmantelado y denunciado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
“Como política de larga data Estados Unidos no apoya transiciones por medios inconstitucionales. Las transiciones políticas deben ser democráticas, pacíficas y legales”, aseguró la funcionaria al ser interrogada sobre el papel de su país en la intentona golpista que financiaron contra Nicolás Maduro.
Otro periodista intentó despejar la memoria de Psaki y le recordó que el cambio de poder ocurrido en Ucrania en 2014 fue inconstitucional y Estados Unidos lo apoyó.
El corresponsal de The Associated Press, Matt Lee, con una sonrisa irónica le preguntó a Psaki cuán larga era esa política de no promover golpes de Estado; a lo que la funcionaria respondió que solo se refería a las acusaciones hechas por Maduro y no a episodios anteriores.
Por su parte, el historiador y escritor Miguel Tinker Salas comentó a Democracy Now que las afirmaciones de la portavoz del Departamento de Estado son sencillamente “ridículas”.
“Como historiador puedo decir que el registro dice lo contrario. Desde 1953 en Guatemala, hasta República Dominicana, Chile en 1973, el apoyo a las dictaduras militares en Argentina y Brasil, y si no queremos ir tan lejos podemos recordar que en 2002, en Venezuela, EE.UU. respaldó el golpe contra el democráticamente electo Hugo Chávez (…) y nuevamente en Honduras en 2009 y en Paraguay con (Fernando) Luego donde dijeron que una transición democrática cuando en realidad se trató de un cambio de poder inconstitucional”, explicó.
La seriedad de Psaki al hacer tal afirmación sorprendió a los reporteros que se encontraban en la sala de prensa, indica el portal.
Fuentes:RT/TeleSur