Aunque se le suele representar como de color rojo exagerado,
con cachos y tridente, podría realmente no lucir así.
Su mención como macho cabrío se ha extendido por todo el mundo y es el mayor enemigo publicitado de la iglesia.
Su primera mención bíblica se halla en el Génesis, pero también se le menciona en libros como la Torá, el corán y hasta en escritos aborígenes de Asia, África y América. Los celtas que andaban por Europa también tiene su propia versión de él, y puede tener múltiples apariciones, puede aparecer sumamente atractivo y con una belleza sin igual y no como se deduce con cachos, tridente y rojo vivo. Así que ya sabes si ves a esa chica de curvas peligrosas o al chico con pectorales de infarto, ¡teme!, porque puedes estar mirando al mismísimo ser de ultratumba que comanda las huestes de maldad, esas a las que debes huir. Satanás no conoce de bondad, es malévolo porque esa es su esencia y se viste de buenas intenciones. Eso te dirán en la escuela dominical o en el canal de televisión o Youtube del momento. Verás a 'siervos' predicando de amor y exigirte una primicia o un pacto con el de arriba para lograr tu bendición y jamás recurrir a lucifer. Este ser de ultratumba se sabe todas las direcciones, te ofrece una vida de lujos y poder si le das tu alma a cambio. En la edad media mataban a sus fieles servidoras, las brujas. Si a la iglesia le parecías una ya tenias tu sentencia de muerte y tu fin era de suplicio por alabar al de abajo, al innombrable. El componente machista sobre esta idea es también un tema de vieja data y que merece un análisis de fondo.En un mundo de libertad de culto al satanista se le discrimina, se le excluye de muchas estancias y se le concibe como desgracia para la sociedad y amenaza al correcto establecimiento de la moral y buenas costumbres. Claro, si esas buenas costumbres no incluyen el desnudar a niños en secreto y violarles bajo la sotana y salir de pronto a dar la hostia. Tampoco importa si eres monja y abortas luego de verte embrazada después de desfogar tu más intimas pasiones con el monaguillo aquel o el cura vecino. La buena costumbre tampoco implica que dejes de recibir dinero en alta cuantía y no dar algo a los pobres, es más importante tener el auto del año y la ropa Gucci, Versace, Carolina Herrera y compañía. Pero el verdadero enemigo es Luzbel y no la desidia de la iglesia, ¡por supuesto que sí!.Las denominaciones religiosas enseñan a odiar a Satanás por un temor instintivo, para esconder sus propios demonios, para asegurarse de tener un dardo en común y no ver la podredumbre que hay dentro. El agnóstico duda de sí mismo, el ateo no cree en su existencia, pero el religioso busca la forma de captar odio, es necesario, entre más claro se agudice la concepción de la bestia milenaria más adeptos correan a sus filas.
Se le identifica con rostro apabullante y variedad de estilos, pero casi
siempre con características chocantes y que se acercan al ideal
occidental y extendido en industrias como el cine.