¿Por qué le llaman sexo, cuando quieren decir poder?

 “A mi novia el sexo ya no le gusta como antes”. Me lo comentaba un treinterón, que lleva emparejado cuatro años, uno de ellos viviendo juntos. Y el comentario de “no sexo”, por lo que contaba significaba que los dolores de cabeza, el “estoy muy cansada” y el “¿de verdad se te apetece?” (¡Pues claro que si! ¿O crees que te lo digo por charlar un rato?) se estaban incrementando substancialmente. Había preguntado a varios maduros, y todos le habían dado la misma respuesta: “pues aún no has tenido hijos, así que aprovecha lo que puedas”.

No le quise responder. Le tendría que haber comentado que, en mi opinión, la manipulación- instrumentalización- que se da en las empresas, es nada en comparación con la que se da en la pareja. Tendría que haberle comentado que las mujeres (no todas, muchas) tienden a ser indecisas, y compensan esa indecisión queriendo tener el control. Y que el sexo es una de las más poderosas armas de manipulación y control existente.

 Este joven me decía que su novia “era tonta” por descuidarle (No lo es. Es lista y además encantadora). Que estaba empezando a cansarse de ser él quien siempre propusiera, y que el sexo se empleara como recompensa y castigo de comportamientos “opinativos”. Que estaba empezando a mirar a otras, por sentirse rechazado. Le tuve que recordar ese anuncio en TV, de un juego donde tocas una especie de trompeta cada vez que el otro dice una “palabra prohibida”. Durante el mismo el varón se la hace sonar a su pareja, haciéndola perder, hasta que en la última escena, ya en la cama, una aproximación cariñosa termina con un “uac” de la trompeta de ella. No tiene sentido pasar de una trompeta a otra, con el esfuerzo y gasto que eso comporta.

No le comente que, en el fondo, su problema no era de SEXO, sino de PODER. Están en la pugna por decidir cuál es el ámbito de poder que cada uno va a tener en su vida conjunta. Están definiendo cual va a ser la “Constitución” que va a regir su pareja. Y en ese juego, ella está empleando un arma que no debería usar, el sexo. No se cuales serán las que él está empleando. De varón a varón, solo pude darle un consejo que no entendió:

 “Olvídate del sexo como antes, o cómo quieres. Consuélate con más deporte. Y cuida bien lo que firmas este año, porque será lo que rija durante todos los que viváis juntos”.