Revista Cultura y Ocio
Me encontraba en un avión, viviendo un largo vuelo en el que lo único capaz de salvarme del tedio
y las turbulencias era un libro que me habían prestado antes de viajar. Lo
saqué del equipaje sin mucha convicción, dudando principalmente por la cantidad
de páginas que tenía. No me malinterpretes: amo las historias largas, pero
cuando tengo garantía plena de que me fascinarán. Además, al