Revista Infancia

Por qué leer La nueva educación, de César Bona

Por Eecdi
Hace unos días, el más que conocido profesor César Bona publicaba su primer libro,  titulado La nueva educación, en el que recopila a la perfección los pilares de su pensamiento como docente, o como dice el subtítulo, los retos y desafíos de un maestro de hoy y cómo él los ha ido afrontando y sobrepasando (con éxito, bastante éxito) a lo largo de su experiencia como profe. En nuestra página de Facebook les conté que en mi caso lo acabé en tres noches, al resultarme un libro tremendamente inspirador y muy apropiado para la época en la que se encuentran (y ojalá me encontrase yo) miles de docentes del mundo (Septiembre, back to school!) Así que como el conocimiento no sirve de nada si no se comparte, les expongo dieciséis razones por las que también querrías leer este súper libro y además, lo harías en un pis pas (aviso, engancha).
Por qué leer La nueva educación, de César Bona
1. Porque su invitación a ser maestro te hace volver a la maravilla de nuestra profesión, a lo que verdaderamente importa en la labor educativa, como escuchar a los niños, conocerlos, compartir las experiencias, estimular su curiosidad diariamente, hacerlos crear e imaginar... en definitiva, volver a descubrir la esencia más pura de lo que supone ser docente, sea cual sea tu etapa, para poner a la Señora Educación en el lugar que le corresponde (el primerísimo puesto).
2. Porque te recuerda cuánto influye un maestro en la vida de un niño y cuán concienciados hemos de estar de que si queremos enseñar, los que primero tenemos que estar aprendiendo somos nosotros. Todo el rato, continuamente. Ser profesor requiere estar en un proceso formativo interior constante y vivir el aula desde la máxima ilusión y entusiasmo. Podemos ser la inspiración para cientos de niños y niñas.
3. Porque insiste en que para tener éxito la fórmula es divertirse en clase, con actos tan simples como transformadores, y no recetas mágicas o maravillas impresionantes.
4. Porque te demuestra cómo utilizando cualquier objeto de la clase se puede encender la chispa de la motivación e ilusión en los niños. Querrás conocer la historia de la bata blanca y el bigote, la del gorro de ducha...
5. Porque te hace ser consciente, una vez más, de lo privilegiado que es un profesor al tener bajo su responsabilidad niños con infinitas posibilidades de imaginar, crear, hacer, crecer y ser. 
6. Porque ejemplifica a la perfección las razones por las que hay que emplear tiempo en la educación en valores, en emociones, en sentimientos, en pensamientos, en la moral de cada uno. En definitiva, en cocinar bien esa pizza gigantesca sobre educación de la que nos habla.
7. Porque un escupitajo puede cambiar el rumbo de la vida de un profe y un alumno (¿Cómo es posible? Pues sí, es posible) Ah, ¡y también un cajón flamenco! Los niños ''difíciles'' o ''callados'' son retos que debemos afrontar y hacia los que debe dirigirse más nuestra acción.
8. Porque te invita a seguir conectado con tu niño interior, el niño que fuiste.
9. Porque comparte con nosotros sus vivencias sobre cómo las ideas de sus alumnos han salido de la escuela y han transformado la sociedad y el entorno, por supuesto, gracias a que César cree en los niños. Tan verídico como emotivo y especial.
10. Porque con actos sencillos, como organizar la clase en continentes y establecer roles interconectados para cada uno de los alumnos, cambiamos la perspectiva del aula y cómo los niños la perciben, implicándose al cien por cien y formando personas sociales que conviven pacíficamente. Por ejemplo, la historiadora. Leer esas diecinueve historietas ha sido todo un placer.
11. Porque la charla codificada no tiene desperdicio. Bravo por Marc y su exquisita creatividad.
12. Porque sus ideas al introducir el surrealismo en la escuela demuestran la efectividad que esta tiene para el aprendizaje y la implicación de los niños.
13. Porque el relato de su experiencia en la escuela unitaria de Bureta es digna de una película. Cómo habrá sido ese estreno de cine mudo, en ese pueblecito, todos expectantes... y esa biblioteca, y esos ancianos protagonistas... ¡qué maravilla!
14. Porque el relato de su experiencia en Muel también es digna de una película, esa protectora virtual, esa oratoria de Iván, esos juguetes para niños hospitalizados, esa forma de organizar y preparar un discurso...
15. Porque incluye, para deleite de uno mismo y unas buenas carcajadas, el Diccionario de palabras a nuestra manera. ¡Bendita sea la imaginación de un niño!
15. Porque una nueva forma de hacer educación es tan posible como real. Él lo está haciendo, lo seguirá haciendo, y créanle cuando dice que merece la pena. ¡Está en tu mano, profe!
16.  Y por último, porque las fotos incluidas reflejan todo lo leído. Solo hay que ver las caras de César y sus niños.

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