¿Por qué los hombres quieren sentir el dolor del parto?

A principios de año conocimos el experimento llevado a cabo por dos presentadores de la televisión holandesa, en el que se sometían a una simulación de los dolores del parto para “conocerlos de primera mano”. Al parecer, la extravagancia del show de televisión (Guinea Pigs), parece haber calado en otros ambientes. Se podría decir que ver a los “hombres dando a luz” está de moda.

Estos días se difundió, con el escueto mensaje de “Feliz día de la madre”, otro vídeo similar producido y emitido por Kensington Church (una institución de Florida, Estados Unidos). En él se puede ver a estos dos hombres de Michigan ponerse de “parto”, con la ayuda de electrodos colocados estratégicamente en el vientre, que les producen espasmos y contracciones por más de una hora.

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Mientras se ve a los dos hombres retorcerse de dolor con las contracciones, cuatro mujeres en la sala parecen divertirse con sus reacciones, bromean y se chocan las manos. “Madre, si algo de lo que he experimentado hoy está siquiera cerca de lo que te hice sentir el día que nací hace tantos años, lo siento. Eres una súper heroína. Eres la mamá número uno, feliz día de la madre”, dice uno de los hombres al terminar el vídeo.

Éste se ha difundido como una llama por redes y webs, acumulando en unos días casi un millón de reproducciones, y un gran número de “likes” y comentarios, sobre todo de mujeres. Parece que muchas de nosotras estaban deseando hacer sentir a los hombres lo que supone dar a luz.

Sin embargo, hay una diferencia básica entre un parto y estas simulaciones, ya que estos dolores no terminan con el bebé en brazos. La periodista Katy Rink, en un texto para The Telegraph, cuestiona esta “alegría” generalizada, o sentimiento de hermandad entre las mujeres que hemos sido madres. ¿Realmente los hijos nos lo hicieron pasar tan mal?, se pregunta.

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Aparte de que muchas de nosotras hemos dado a luz con la ayuda de la química y su magnífica epidural, muchos coinciden en afirmar que el dolor del parto queda en buena medida olvidado cuando tenemos al bebé en brazos. El cerebro suprime los peores recuerdos y se queda con los buenos.

¿Qué piensas tú de estos casos? ¿Si los hombres conocen por sí mismos qué se siente al dar a luz, empatizarian mejor con lo que nos llevamos como madres?