Una antigua proteína de origen viral, conocida por su importancia en el crecimiento de la placenta de los mamíferos,se sabe ahora que tiene un papel crucial en el desarrollo de las fibras musculares de los machos.
Aunque pueda parecernos raro el 8% de los 3 mil millones de pares de bases nitrogenadas que componen el ADN humano son de herencia viral: los retrovirus utilizan nuestro genoma para replicarse, dejando tras de sí un rastro de proteínas “extrañas”. Muchos de estos son aparentemente poco útiles pero otros han asumido un papel crucial durante la evolución. Se trata de retrovirus no patógenos, nada que ver con virus que causan enfermedades como el de la gripe. No os dejéis llevar por la semejanza de las palabras.
Según un estudio reciente publicado en ‘Nature News’, esta proteína viral que actúa sobre la formación de la placenta también lo hace sobre las fibras musculares.
El sincitina pertenece al segundo grupo. La proteína que originalmente ayudaba a los retrovirus a fusionarse en el citoplasma de la célula huésped, hoy en día ayuda a la placenta embrional a fusionarse con el útero materno. Una propiedad indispensable aunque no es la única. Este compuesto viral podría ser el responsable de los músculos particularmente desarrollados en los mamíferos machos.
Un grupo de virólogos del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y la Universidad Paris-Sud en Orsay intentó averiguar qué sucede cuando se elimina la sincitina del ADN de los ratones.
La eliminación de las dos copias de esta proteína resultó ser letal; pero cuando solamente se quitaba la sincitina B, dejando la A intacta, los ratones machos (y no a las hembras) nacían frágiles y huesudos. Con poca masa muscular. De hecho eran 18% más flojillos que los roedores normales. Es decir, que pesaban muy poquito y eran muy delgaditos.
La hipótesis inicial era que la ausencia de esta proteína podría dar lugar a una malformación de la placenta y esto a un desarrollo embrionario más difícil. Sin embargo, los hallazgos de otros estudios hablan sobre que la sincitina está activa en los mioblastos, las células musculares embrionarias a partir de la cual se forman las fibras musculares, y esto a llevado a plantearse otra explicación.
La ratones modificados padecieron una reducción del 20% en el número de fibras musculares y también del número de núcleos por fibra. Experimentos posteriores han demostrado que el bloqueo de una copia de sincitina conduce a una reducción del 40% de la fusión celular de mioblastos, una situación que impide el desarrollo adecuado de las fibras musculares maduras.
Además, el bloqueo de sincitina en cultivos celulares de ovejas, perros e incluso el hombre ha dado lugar a una reducción similar de los mioblastos.
Pero siguen habiendo dudas. La sincitina no es la única proteína implicada en el desarrollo muscular, y la de los ratones es muy diferente de la que tenemos en nuestro ADN. Así que aunque ocurra en los ratones, faltarán más estudios para poder determinar si realmente la falta de esta proteína puede afectar en el desarrollo muscular del hombre. Y también queda por determinar si sólo afectaría al hombre o también a la mujer.
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