El Parchís, la Oca, el Tres en Raya, el Dominó, el Bingo o el Hundir la Flota son algunos de los juegos de mesa tradicionales a los que han jugado varias generaciones. Y es que, si bien es difícil encontrar a un niño, adolescente o adulto que no haya jugado alguna vez con uno de estos juegos, el auge de la tecnología parecía haberlos relegado al olvido.
Sin embargo, la pandemia y el confinamiento de hace cinco años hizo que muchas familias los sacasen del armario para redescubrir que no sólo eran perfectos para jugar toda la familia, sino que además era una forma de divertirse y generar conversaciones durante horas y horas, alejados de las pantallas.
Colorbaby, referente en la distribución de juguetes, en colaboración con la psicóloga Lidia Abián Alcañiz, desvelan los beneficios de los juegos de mesa, por qué es importante incorporarlos a nuestras rutinas de ocio saludable y qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de elegirlos. Aquí te dejamos sus consejos.
Fomentan la participación
Uno de los principales beneficios de los juegos de mesa es que son herramientas sociales que promueven la interacción. En este sentido, son unos juegos que fomentan la participación activa de todos los miembros de la familia, animándolos a comunicarse, colaborar y a competir de manera saludable. La actitud activa en el juego refuerza las habilidades sociales y el desarrollo integral.
Favorecen la seguridad en uno mismo
El juego de mesa ofrece la ocasión perfecta para poner a prueba nuestra capacidad de toma de decisiones en juegos de estrategia y retos en escenarios reales que distan mucho de los escenarios virtuales donde el anonimato de nuestra privacidad nos aleja de la interacción real con los demás, tan necesaria en la actualidad. Así mismo valida y afianza la seguridad en nosotros mismo debido a la sensación de control que nos proporciona el juego.
Permiten la inclusividad
Los juegos en mesa son divertidos, nos hacen crecer y ponen a prueba nuestras destrezas. Son un momento de encuentro formidable para compartir en familia, pero por encima de todas las cosas son inclusivos. No discriminan, sino que acogen y nos dan la oportunidad de expresar nuestras habilidades con independencia de las limitaciones que tengamos.

Estimulan la creatividad
Los juegos de mesa pueden ser una excelente plataforma para estimular la creatividad. Cuando jugamos debemos tomar decisiones, resolver problemas y enfrentarnos a situaciones inesperadas. Además, el factor sorpresa y los giros inesperados agregan emoción y creatividad al juego.
Favorecen el desarrollo social de los niños
Los juegos de mesa fomentan la cohesión grupal, el compañerismo y la solidaridad. Además, llevan consigo una dimensión emocional en la que se ‘ponen en juego’ componentes relacionados con la capacidad de gestionar conflictos, asumir retos o en aspectos tan esenciales como es la construcción de la identidad.
Mejoran la concentración
Son una oportunidad perfecta para afianzar aspectos tan esenciales como el aprendizaje, persistencia, atención sostenida y selectiva, memoria y concentración.
Mantener de forma selectiva la atención en el juego tecnológico solo se consigue a través de estímulos visuales y auditivos. Es sencillo mantener atento a un niño cuando el reto es obtener recompensas dentro de un juego pasivo, donde la frustración tiene un peso elevado.
Sin embargo, los juegos de mesa ofrecen una retroalimentación inmediata y atención sostenida donde perdura el componente lúdico y afianza que los niños afronten los retos con mayor creatividad afrontando retos y comprometiéndose a una actividad ilusionante como lo es el juego.

Elige el adecuado por edad o capacidad
Cada miembro de la familia tiene sus propias capacidades y niveles de desarrollo. Por lo tanto, es esencial elegir un juego que se ajuste a la edad y habilidades de todos los jugadores. Deben ser desafiantes, pero no abrumadores, para que todos puedan participar activamente.
Pero siempre que sean divertidos
La diversión es el alma de cualquier juego de mesa. Debe ser una actividad entretenida que genere risas, emoción y momentos divertidos para todos los participantes. La diversión es lo que atrae a la familia y crea un ambiente positivo.
En resumen, el valor multidimensional de los juegos de mesa es incalculable tanto por su carácter lúdico, como motivacional, comunicativo y de establecimientos de vínculos sociales, dentro del ámbito familiar al fomentar las relaciones intrapersonales, como clave en otros escenarios de la vida como lo son el sanitario, escolar y social.
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