Qué es lo primero que se fija un hombre en una mujer. Para muchos la respuesta es: los senos. Pero esto no es nada nuevo, el busto es una de las zonas que genera mayor atracción en el género masculino. ¿Pero porqué ocurre esto? ¿Es cuestión de evolución? ¿Rezagos de la época de lactancia?
Aunque no lo crean, determinar el motivo científico del porqué de esta obsesión masculina ha sido tema de varias investigaciones. Pero hasta ahora no se ha podido determinar a ciencia cierta. Algunas teorías señalan que esta excitación hacia los senos se debe a que de niño uno fue alimentado por los pechos de la madre. Sin embargo, esa hipótesis es muy debatible.
Según indica el portal ABC, existen tres teorías que son las más aceptadas dentro de la comunidad científica, y que logran explicar de una manera satisfactoria esta fijación del hombre.
1) La verdadera fijación está en el trasero
Esta hipótesis, llamada teoría del eco genital, señala que el hombre primitivo se interesaba principalmente por el trasero de la mujer, ya que al caminar con la cabeza gacha y con joroba esta parte femenina estaba en su línea de visión. Sin embargo, al empezar a caminar erguidos y sobre dos piernas cambiaron de campo visual.
Al ya no verse con claridad el trasero, los pechos empezaron a destacar más. La teoría también indica que la evolución hizo que el busto creciera y se balanceara para simular la anatomía del trasero y seguir atrayendo la atención de los hombres.
Esta teoría tiene como protagonista principal a la oxitocina, hormona que puede liberarse tras la estimulación de los senos. Se considera que este es el motivo por el cual los hombres sienten mayor atracción hacia los pechos, ya que esta hormona ayuda a fortalecer los lazos entre el hijo y la madre durante el periodo de lactancia, y luego en la pareja durante el acto sexua l.
3) ¿Sinónimo de riquezas?
Esta teoría vuelve a centrarse en la evolución. Señala que en la antigüedad una mujer con pechos grandes tenía acceso a gran cantidad de alimentos y podía amamantar en mayor cantidad a los hijos, es decir, una descendencia más sana y fuerte. Complementando esta hipótesis, algunos estudios afirman que los hombres de menos estatus socioeconómico tienden a buscar parejas con pechos grandes, ya que tratan de encontrar alguien que posea recursos suficientes para mantener una familia.