Es curioso, no sé si alguna vez te habrás preguntado cómo un accesorio que ha sido imprescindible a lo largo de la Historia, un buen día desapareció de todas las cabezas americanas y europeas.
Antes nadie salía de casa si su sombrero, incluso marcaba un status social dependiendo de qué modelo utilizaras. Bombín, Canotier, Chistera, Borsalino, Panamá…
Indagando un poco en la Red hay gente que lo atribuye a la aparición del automóvil. En los años 50 las clases privilegiadas comenzaron a tener sus propios vehículos, descapotables o techados y los sombreros, tanto para ellos como para ellas se convirtieron en un estorbo, siendo sustituidos por gorras y pañuelos.
Así que llevar sombrero quedó relegado a las clases no tan privilegiadas. Este hecho unido a los movimientos hippies de los años 70, al Flower Power, el Rock and Roll y a la liberación de la mujer, hizo que los sombreros se quedarán colgados y las sombrererías artesanales se arruinaron en beneficio de los peluqueros y los fabricantes de champús y gominas.
Las nuevas tendencias Streetstylers los están volviendo a poner de moda. Aunque todavía hoy, hay que tener mucho estilo y personalidad para llevarlos con naturalidad.
¿Te atreves?
La opinión de Soficó. 13 años.
Me gusta mucho verlos. A veces me los pruebo en las tiendas pero es que no me atrevo a llevarlos. Me da corte ja, ja.
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