¿Por qué marchan los Anti - Cuarentena?

Ayer les comentaba sobre los motivos que dieron lugar a las dos jornadas de protesta en Plaza de Mayo, motivado por la sorprendente cantidad de falsedades, virulencia y tergiversación de la misma por parte de casi todo el espectro mediático hegemónico y no hegemónico, lo que logra intensificar aun más el descontento y potenciar a estos mismos manifestantes.
Les decía que hay una figura central en todo esto y se llama George Soros. Un magnate globalista, buitre y socio de personajes como los Clinton, los Gates, los Rockefeller y los Rotchild, especialista en injerencia colonial en los pueblos del mundo.
Todo esto se desata a raíz del convenio firmado por nuestro ministro de educación Nicolas Trotta con la fundacion Open Society de Soros y a partir de ahí nacen un montón de análisis geopolíticos, algunos sensatos y otros disparatados, que se juntan con la situación económica desesperante que estamos atravesando y se materializan en esta marcha que de ninguna manera se puede catalogar de "Macrista" aunque algunos de sus participantes lo sean.
Esto no es lo único que escandaliza a los anti - cuarentena y no hay nada peor para el campo nacional y popular que intentar debatir sin información, porque viene cualquier liberal de poca monta a reproducir su discurso antigubernamental y nosotros hacemos agua tildándolos de terraplanistas, cuando en algunos casos saben más de nuestro gobierno que nosotros mismos.
El otro motivo que saca de sus casillas a los anti - cuarentena es nuestro actual ministro de economía Martin Guzman. Ninguno de nosotros tenía idea de quien era y a todos nos sorprendió su designación. Al conocer el anuncio, lo que hice fue buscar en Google quien era Guzman y me enteré que era ayudante de cátedra y discípulo del premio Nobel de economía Joseph Stiglitz y hasta ahí me llevó la curiosidad.
Si hubiera seguido investigando, hubiera sabido quien era Stiglitz, ademas de un economista ampliamente reconocido. Todo lo que circula sobre este hombre a primera vista es formidable, se lo conoce como anti-globalista, muy crítico con el Fondo Monetario Internacional y progresista. Pero si profundizamos un poco más veremos que fue presidente del Consejo de asesores Económicos de Bill Clinton, vicepresidente del Banco Mundial y es una de las figuras centrales de la Open Society Fundation y otra vez nos encontramos con la figura de George Soros.
El mismo Stigliz incorporó a Martin Guzman en el Instituto del Nuevo Pensamiento Económico de Nueva York y si buscan en internet los postulados de dicho instituto dicen: "Nuestra misión es promover la creación de un nuevo estado global".El propio Guzman ha redactado Papers sobre distintas crisis de deuda para la Open Society.
Todo esto no es un secreto bajo llave, esta en Google a disposición de cualquiera que tenga ganas de informarse.       Esto nos lleva a inferir que Soros no solo tiene influencia en nuestro ministerio de educación, sino también en nuestro ministerio de economía.
Pero hay un dato más en el que hacen hincapié los anti-cuarentena y es la figura del médico infectólogo Pedro Cahn, quien asesora al gobierno nacional en materia de salud y es que varios de los proyectos que desarrolla con su Fundacion Huesped, han sido financiados por la Open Society Fundation.
Como ven, toda esta cuestión no se resume a una opereta del macrismo o a la propagación de la locura colectiva fruto del aislamiento, sino que un grupo de personas esta cuestionando con datos concretos el hecho de que un banquero y magnate de las finanzas mundiales tiene demasiada influencia en nuestro gobierno. Después están la teorías de conspiración que les comentaba ayer que van desde lo más terrenal a cuestiones religiosas o místicas.
Con estos datos podemos empezar a confrontar con estos muchachos anti-estado, que sostienen que lo mejor que le puede pasar a un pueblo es que el mercado lo decida todo, confiando en esa mano invisible que es tan invisible que jamás la hemos visto y que lo único que ha logrado es hundir a millones en la mayor y absoluta pobreza y también cuestionarnos a nosotros mismos para ver, al margen de la cuarentena, hasta que punto es conveniente sostener este tipo de alianzas con personajes tan oscuros como el señor Soros.