Hace unos días te cruzaste con un adolescente y al observar su joven piel llena de espinillas y puntos negros un pensamiento de alivio pasó por tu cabeza: "Vale, ya no tendré esa energía sobrehumana pero al menos hace tiempo que me libré de los granos".
Al día siguiente, al mirarte en el espejo, un par de granos te daban los buenos días desde tu atónita cara. No culpes al karma, que anda ya bastante liado como para ocuparse de estas pequeñeces. Busca al responsable de tu brote de acné entre las once causas que vas a leer hoy en LMDM, recogidas de los consejos de los dermatólogos.
Por Qué Les Salen Granos a Los Adultos
1. La culpa es de la barba de tu novio
Con lo que te costó convencerle de que está mucho más guapo con barba. Ya lo siento, de verdad, pero tengo que decirte que cuando frotas tu suave piel contra su cara peluda se genera una fricción que hace que su vello estimule la producción de aceite en tu cara, lo que tiene como consecuencia la aparición de granos y/o rojeces.
Tienes tres opciones: seguir con tu acné, que él se afeite (una verdadera lástima ya que te parece que está increíblemente sexy con ella) o pedirle que se aplique unas gotas de aceite de coco en la barba para que no raspe tanto tu delicada piel.
2. La culpa es del picante
Malas noticias para los amantes de la comida mexicana: los platos picantes pueden hacer hacer los niveles del pH de la piel, causando granitos.
3. La culpa es del aceite mineral
Las siliconas y el aceite mineral que contienen algunas cremas y lociones obstruyen los poros lo que puede resultar en procesos de acné. Apuesta mejor por cosmética no-comedogénica, que garantiza que ha sido específicamente formulada para no taponar los poros.
4. La culpa es de tu champú
Los sulfatos, agentes hidratantes y siliconas que contienen tu champú, acondicionador y productos de styling pueden filtrarse dentro de los poros de la piel. Ten cuidado para que no te caigan sobre la cara e intenta que esta sea lo último que te lavas en la ducha para asegurarte de que no quedan en ella residuos de champú.
5. La culpa es del cigarrito
Cada vez que encendemos (me incluyo) un cigarro decrecen los niveles de oxígeno que llegan a la piel. También empeora la calidad y cantidad de colágeno y de elastina. Además el tabaco irrita y reseca la piel, lo que hace que esta produzca más aceite, terreno abonado para granos y espinillas.
6. La culpa es del estrés
Cuando estamos bajo presión las glándulas grasas producen testosterona, responsable de incrementar la producción de aceite y de provocar la obstrucción de los poros.
7. La culpa es de tu detergente
Algunos de los ingrediente químicos de los detergentes para la ropa y las sábanas pueden resultar agresivos para tu piel. Si sospechas que esta puede ser la causa de tu repentino acné adulto opta por un detergente libre de fragancias y dermatológicamente testado para pieles sensibles.
8. La culpa es de tu sombrero
Cualquier cosa que mantenga el sudor y las bacterias pegados a tu piel puede causar la aparición de granitos.
9. La culpa es del gimnasio
Anda, mira, qué suerte, ya tienes una buena excusa para no cumplir con uno de tus propósitos del año. Pero no canceles tu matrícula todavía. Porque la solución pasa por ducharte justo después de tu entrenamiento o usar unas toallas limpiadoras para evitar que los residuos de maquillaje, suciedad y sudor encuentren un nuevo hogar en tu piel acalorada.
10. La culpa es de los UVA
Al contrario de lo que se oye por ahí, los dermatólogos advierten de que el sol NO cura el acné, sino que lo empeora. El sol seca la piel, obligándola a producir más grasa y como consecuencia llegan los granos.
11. La culpa es del alcohol
Entre las cosas que deberías dejar ya de hacerle a tu piel están la de tocártela continuamente, pellizcarla o reposar la barbilla sobre tu mano cuando estás sentada delante del ordenador. Las bacterias pasan de las manos a la cara, y después ya sabes quien te saluda al día siguiente desde el espejo.
Te dejo también el enlace al post Cómo disimular un granito, que estoy segura te resultará de gran ayuda durante esta segunda adolescencia que está viviendo tu piel por libre.
¿Te siguen saliendo granos aunque ya no tengas edad para ello?