Llevo bastante tiempo con la idea en la cabeza de escribir un post para explicar por qué empecé en el mundillo del MTB, pero me cuesta hablar de ello porque es algo difícil en mi vida y que en su día me costó aceptar bastante, pero gracias a algo negativo como no tener el corazón 100% bien he descubierto una de las cosas más positivas que me han pasado, y que sigo disfrutando :)
Todo empezó en 2005 (tenía 25 años) cuando después de varios años haciendo rutas de senderismo con mi novio, un cumpleaños decidió comprarme un pulsómetro porque yendo al gimnasio habitualmente no nos explicábamos por qué me ahogaba tanto en cuanto venía la parte de subida de la ruta. Incluso una vez intentamos subir la maliciosa y nos tuvimos que dar la vuelta, estaba muy congestionada y cada pocos metros tenía que parar.
Así que al ver que tenía que ir en serio con esto del cardio y ponerme a entrenar para que no me ahogara tanto, el pulsómetro tendría que ser primordial. La sorpresa fue cuando yo toda ilusionada nada más sacarlo de la caja me lo pongo y veo que tengo de 95 a 100 pulsaciones por minuto sentada. Lo primero que pensamos fue, ¡a ver si va a estar mal! Así que le dije a mi novio que se lo pusiera y el tenía 65 -70 (hace deporte habitualmente).
Al principio lo negué, y pensé que igual yo funcionaba así, mucha gente tiene ese ritmo cardiaco, pero me tocó aceptar ir a una revisión al cardiólogo pensando en que segurísimo que no sería nada, ¡no tenía ningún síntoma grave en mi día a día!.
Así que allá fui, le conté mi problema, y en el electrocardiograma salieron las arritmias que me acompañaron durante bastante tiempo, era la forma en qué latía mi corazón. Después pasamos al ecocardiograma y ahí si que me empecé a preocupar porque el médico estuvo un buen tiempo mirándome el corazón. Cuando terminó con todo, por fin me diagnosticó: tenía prolapso de la válvula mitral con insuficiencia leve y me recetaron pastillas betabloqueantes para bajarme las 100 pulsaciones por minuto.
Que traducido al castellano es que tengo una válvula del corazón que divide un ventrículo de otro que no cierra correctamente, y como es leve, de momento no hay que sustituirla pero cuando vayan pasando los años seguramente si va a peor, toca cambiarla. Además tenía las arritmias y muchas pulsaciones en reposo.
Todo esto es algo que tiene en torno a un 8% de la población y ni se entera, como yo hasta los 25 años, ya que no suele dar síntomas y si no tienes arritmias no se suele poner tratamiento. Vamos que es una enfermedad cardiaca bastante leve. Pero yo que fui pensando que no tenía nada y he de reconocer que soy bastante aprensiva...me "acojoné" y bastante. Y me sentó fatal tener que tomar pastillas para el corazón con 25 años. Piscológicamente creía que todo el deporte de cardio no iba a ser para mí, me consideraba enferma y tenía un miedo horrible a forzar mi corazón con ejercicio aeróbico.
Después de darle vueltas y vueltas al tema y estar preocupada constantemente fui a otro cardiólogo para que me hiciera las revisiones y me preparé un montón de dudas y preguntas que tenía, sobre todo relacionadas con el deporte. Y una de las mejores respuestas que me dijo y que más contenta me puso fue: ejercitar tu corazón te viene fenomenal, haz todo el deporte aeróbico que quieras con moderación porque tu corazón se hará más fuerte, y si viene una arritmia más intensa de lo normal tu corazón responderá mejor, eso sí, correr una maratón no vas a poder.
Bueno ya la cosa no era tan mala como yo creía, así que mi novio me motivó bastante y me dijo que me pusiera a hacer todo el aeróbico que pudiera, que seguramente mejoraría lentamente, pero que al fin y al cabo, mejoraría.
Así que me puse a entrenar en el gimnasio con todas las máquinas de cardio que había, un aburrimiento total, pero que seguramente me estuviera sirviendo, lo que pasa, es que no era nada constante porque no veía mejora alguna, era de lo más frustrante y solo veía sufrimiento por todos los lados, a mi aquello no me enganchaba nada.
Así que poco a poco, mi amiga Laura y yo empezamos a salir en bicis rígidas y a meternos por sitios fáciles y a hacernos 10 km como mucho a la vez que nos apuntamos a la carrera de la mujer para hacerla andando y si acaso trotando un poco.
Increíblemente por fin tenía una compañera para hacer deporte que casualmente tenía más o menos el mismo fondo que yo, nos ahogábamos parecido subiendo, jejeje. Esto ya si que motiva el triple, así que nos empezamos a picar y a salir siempre que podíamos y a apuntarnos a todo lo que no exigiera mucho, nos daba igual andar, que bici, que correr un poquito...
Y después de toda esta fiebre y viendo que montábamos mogollón en bici, decidimos comprarnos bicis nuevas y apuntarnos a un club femenino, y ahí es cuando Laura dio con SW Bicycles en septiembre de 2013 y allá que nos fuimos a probar.
Los comienzos fueron bastante graciosos, no llevaba ni calas, iba de las últimas (sobre todo subiendo) , me tiraba como una loca sin ninguna técnica, pero poco a poco fui cogiendo más técnica (y la que me queda) y apuntándome a todas las rutas que podía. Me ayudaron mucho tanto las chicas como los chicos del club y los cursos de técnica, ¡por fin veía que mejoraba en algo! esto no era nada frustrante y aunque solo se por el ambiente que se respira en las rutas de un club, merecía la pena.
La primera vez que hice 30 km me fui a casa con un miedo terrible, creía que se me iba a parar el corazón por haber estado más de 3 horas en movimiento con las pulsaciones altas, de hecho a la mañana siguiente vi que me levanté bien y que me encontraba fenomenal y fue un gran alivio.
Mi corazón también fue mejorando, seguía tomando medicación, pero las revisiones pasaron de 3 a 6 meses y después de llevar un tiempo en el club (no llegaba ni a un año), en marzo de 2014 y después de llevar 3 años con arritmias y pastillas me dijeron que estaba muchísimo mejor, ¡ya no tenía arritmias! además me quitaron las pastillas y tenía muchas menos pulsaciones en reposo. ¡Mi corazón se estaba haciendo fuerte!
¡¡¡Adiós arritmias!!!! #cardio #corazón #felizUna foto publicada por Patri (@0patri0) el 17 de Mar de 2014 a la(s) 1:03 PDT
Y desde entonces he seguido, siempre que puedo salgo a montar en bici, he conocido a gente maravillosa y parece que todo va genial, en la revisión del año pasado me dijeron que todo seguía igual y que tengo mi prolapso de siempre, nada más.
Así que le debo muchas cosas a la bici y a la gente que siempre me ha acompañado cuando he disfrutado de esta afición, sin eso, seguramente tendría el corazón mucho más flojo y no aguantaría las pruebas de esfuerzo hasta el final :P GRACIAS POR MOTIVARME Y ENSEÑARME.
Así que a seguir pedaleando y espero que os motiveis tod@s con mi historia porque no sabéis la suerte que tenéis de tener el corazón bien para entrenarlo (sin pasarse claro). ¡Disfrutad de él!