¿Te sientes abandonado en la era del correo electrónico, nadie te contesta?, ¿te contestan, pero no a lo que preguntas?, lógicamente pensarás que son los demás los que lo hacen mal ¿¿¿¿tan difícil es leer mi email????, ¿¿¿¿después de pasarme una hora redactando el email, me contesta solo un OK???? No ha entendido nada!!!. Seguro que lo has pensado más de una vez.
Pues que sepas que casi siempre eres tu el culpable de esta situación y la causa es que tus emails están mal planteados.
Pueden pasar varias cosas, entre ellas, que seas demasiado críptico o que seas un ‘rollero’…las dos situaciones llevan a que el receptor esté poco predispuesto a prestar atención. Mucho más como más ocupado esté este.
Por lo tanto, replantéate como escribes, observa de manera objetiva tus emails. ¿Son necesarios 4 párrafos de introducción? o de lo contrario, ¿el email es tan escueto que tendrás que pedir aclaraciones?. Si tu lo recibieras, ¿qué harías? Pues dejarlo para después…y esto precisamente es lo que hace la gente.
Piensa que lo que para ti es importante, puede ser que para el receptor no lo sea, por lo tanto debes facilitarle al máximo su respuesta. Como más prioritario sea para ti más atención debes prestar. Así que el texto tiene que ser claro, debe tener la medida justa y como antes vayas al grano mejor. Te recomiendo que sigas los consejos del anterior post.
Aun así, otras cosas útiles que puedes hacer, si el email es de algún tema al que hace tiempo le das vueltas, pon en el asunto o justo al empezar NUEVOS DATOS o NUEVO PLANTEAMIENTO mejorarás la atención del receptor (pero ojo, no abuses de esto…sino se volverá contra ti).
Aunque no olvides que la clave, como te he repetido varias veces, es: deja claro que información/acción necesitas y ponle un plazo. Es útil también acabar el correo con una pregunta así forzarás la atención y la confirmación que todo está ok.