Éste es un pensamiento muy común de cara al buen tiempo y su consiguiente inicio de la operación bikini. Tras cambiar la alimentación y mirar las calorías, evitar las grasas y hacer ejercicio, los esfuerzos no se ven recompensados con la silueta deseada, y no entendemos por qué.
A continuación exponemos los hábitos que te están impidiendo avanzar con tu dieta equilibrada. Se trata de errores muy comunes que se deben corregir para una operación bikini más efectiva y, sobretodo, más saludable.
Errores que cometemos en la dieta
Retener líquidos: la báscula muestra una bajada de peso, pero la silueta no se ve en consecuencia, y la ropa sigue apretando igual ¿Como es posible? Este fenómeno es muy común en mujeres, debido a la retención de líquidos. Esta retención a menudo es hormonal o derivada de algún medicamento y resulta difícil de combatir, pero con la ingesta de té y bebidas y alimentos diuréticos como la piña, el pepino o el apio se obtienen muy buenos resultados. Al deshacerse del líquido la figura se verá mucho más estilizada.
Esperar muchas horas entre comidas: cuando no sigues una dieta recomendada por un dietista profesional, es muy frecuente caer en el error de comer muy pocas veces al día. La recomendación de comer 5 veces al día es cierta y efectiva, y es que el organismo, al pasar mucho tiempo sin recibir alimento, se prepara para absorver la siguiente comida que reciba al máximo en sus reservas. Por tanto, en el siguiente tentempié o comida que ingieras, tu cuerpo retendrá todas las grasas posibles.
No beber agua: a menudo la falta de tiempo en la rutina diaria no da lugar a ingerir 8 vasos de agua diarios, o entre 1 litro y medio y 2 litros. Pero el agua es esencial para mostrar los resultados del esfuerzo que haceos con dieta y ejercicio. Se encarga de depurar el cuerpo y arrastrar toxinas, a la vez que otorga luminosidad y elasticidad a la piel, que se verá más firme.
Rutinas de ejercicio muy cortas: a menudo acostumbramos a imponernos una rutina de ejercicios diaria, pero ésto no es necesariamente lo más efectivo. Cuando las rutinas de ejercicios son inferiores a media hora, normalmente al organismo no le da tiempo a calentarse y quemar grasa. Será mucho más efectivo realizar una rutina más larga en días alternos y dejar un día de descanso con alguna actividad suave como caminar o subir escaleras.
Acumular gases: este fenómeno es similar al que sucede con la retención de líquidos, y es que estamos bajando de peso y quemando calorías pero el cambio en la silueta es casi imperceptible. Para evitar la acumulación de gases es muy importante no tomar refrescos ni bebidas con gas.
Comer muy rápido: esta costumbre de la vida moderna también nos lleva a retrasar los progresos de la dieta. Al comer más despacio damos tiempo al organismo a a hacer la digestión y por tanto, nos sentiremos saciados mucho antes, lo cual nos impedirá comer más cantidad de la que necesitamos. Igualmente, al comer despacio y masticar correctamente el organismo digiere mejor los alimetos, absorbe sus propiedades y evita el estreñimiento.
Siguiendo estos sencillos trucos, sentirás los resultados de la dieta equilibrada y ejercicio mucho antes ¡A tiempo para el verano!
Fuentes consultadas para el artículo “¿Por qué no adelgazo haciendo dieta?”:
(Fuente: SmartSalus)