Antes de meternos de pleno en el problema descartaremos algunos casos de inapetencia sexual sencilla y sin mucho trasfondo.
Algunos casos sin importancia de inapetencia sexual
- Eres virgen: No tienes inapetencia, tienes miedo. Y es normal. No te preocupes, cuando te sientas segura con la persona que quieras compartir esa primera experiencia trata de respirar profundamente y controlar los nervios. Seguro que todo sale bien (mentira, la primera vez excepcionalmente sale bien, pero al menos no será una debacle).
- Estás medicándote: Algunos tratamientos como los antidepresivos, anticonceptivos, y otras substancias pueden disminuir la líbido notablemente. Léete el prospecto y en caso de duda consulta a tu médico y pídele en caso de que sea por ello, que te modifique la medicación.
- Eres religiosa/ tu moral te lo impide: Lo que necesitas es superar tabúes y un poco de tiempo. Vente conmigo un par de noches de fiesta que te dejo apañada.
- Tienes un trauma/una secuela psicológica: Hay casos en que situaciones que hemos vivido nos dejan una marca (abusos, malas experiencias, represiones autoritarias), en este caso lo más aconsejable es ponerse en manos de un especialista que te ayudará a superar tu problema. Lo digo por experiencia.
En todos estos casos y en los próximos, lo primero que hay que dejar claro es que la COMUNICACIÓN es básica. Si tu deseo sexual está inusualmente afectado, antes que utilizar excusas y salidas por la tangente, expónselo a tu pareja. Con esto evitarás que él se frustre y caiga en errores, como pensar que no te atrae. Capearás muchos problemas que podrían afectar luego a vuestra relación si él sabe que tienes un problema Y QUE QUIERES SOLUCIONARLO.
Y si no tienes pareja, ¿Lo dejas pasar? No. Aunque no tengas pareja el hecho de tener una líbido disminuida (no solo se trata a relaciones sexuales, sino también al deseo y la masturbación) es una señal de aque algo no va bien en las altas esferas de tu cabeza y tienes que intentar buscar la causa.
Dicho esto, al toro.
¿Por qué no me apetece sexo?
Si nunca has sido una persona sexualmente muy activa una disminución de tu líbido puede no ser traumática, pero si eres una mujer que ha tenido siempre un deseo sexual alto, verte de pronto sin ganas de nada puede ser realmente un problema emocional para ti. Lo primero que debes hacer frente a esta situación es tratar de no estresarte más todavía por ello, ya que hará un efecto contraproducente y será un circulo vicioso.
Ahora, diferenciemos, no tienes líbido, pero, ¿Tienes pareja?
No tengo pareja y no tengo deseo
Si tienes pareja la cosa resulta más puntillosa, ya que no solo te preocupas por tu problema sino por lo que tu problema pueda repercutir en tu relación. Y en caso de que esto sea así lo primero que quiero que te plantees es: Obviamente no te apetece tener sexo con tu pareja, pero, ¿Tienes fantasías con otras personas?
Si la respuesta es sí, lo más probable es que:
A Ya no quieras a tu pareja: Asúmelo, y ten el valor de abandonar la comodidad de tu relación.
B Quieras a tu pareja pero se ha descuidado: A veces nuestra pareja se deja perder y con su aseo perdemos la líbido, esto se arregla fácilmente con unos sutiles comentarios, si es que él tiene ganas de arreglarlo (déjalo sin sexo varias semanas, verás si empieza a hacer deporte…).
C Teneis problemas de pareja: Aunque a los hombres no les afecta sexualmente la esfera emocional de la relación (casi siempre) a nosotras sí. Y si estáis discutiendo mucho por cosas ajenas al sexo o hay tensiones, puede ser que esto te inhiba las ganas de acostarte con él aunque no tengas problemas de cama concretos.
D La rutina: Cuando llevas mucho tiempo con la misma persona y no innovas en el terreno sexual podemos fantasear con otras personas en busca del sentimiento de aventura y de novedad, llegando a sentir rechazo por la idea del aburrimiento con tu pareja.
Otros problemas que pueden afectarte son los mismos que voy a exponer a continuación.
No tengo pareja y no tengo deseo
Pero, ¿Y si te pasa en general? No tienes ganas con tu pareja y tampoco tienes fantasías con gente ajena? Este es el mismo caso que si no tienes pareja y no tienes deseo.
Lo más probable es que estés estresada y que las presiones diarias estén robándote tiempo para concentrarte en tu intimidad. Intenta reservar un pequeño espacio para ti y dedicate a mimarte. Si tu mente suprime el tiempo para dedicar a ti misma es normal que acabe suprimiendo el interés sexual en órden de “preferencia”, equivocadamente.
Otro caso habitual es que te encuentres deprimida, si tienes sintomas de ello (uno de los primeros es la inapetencia sexual) deberías buscar ayuda profesional. Tratando la causa conseguirás tratar la consecuencia.
Problemas físicos. Si tienes dificultad para alcanzar el orgasmo, relaciones sexuales dolorosas, sequedad vaginal u otras complicaciones puedes crear un rechazo automático ante la idea dolorosa del sexo, que se irá cronificando y poco a poco tu líbido desaparecerá. No dejes que el tiempo pase y si notas este tipo de inconveniente visita un ginecólogo. Hay miles de cremas y opciones que pueden ayudarte a solucionar esto. A veces, los problemas físicos derivan de un estrés psicológico ante la idea del sexo, por lo que una ayuda terapéutica psicológica complementa el tratamiento ginecológico, erradicando a la larga el problema mejor que el uso de soluciones tópicas.La gata negra