Uno de los organismos más abundantes del planeta son las bacterias. Están hasta en los lugares más extremos, incluso en deshechos radioactivos. Algunas bacterias son capaces de sobrevivir hasta en el espacio exterior.
Se calcula que en un gramo de tierra se pueden encontrar 40 millones de células bacterianas y un millón en un mililitro de agua dulce. Para que tengan una idea, en el cuerpo humano hay diez veces mas células bacterianas que humanas, de ahí la importancia de que un equipo de investigadores españoles haya descubierto un mecanismo que permite a las bacterias mantener su potencial y capacidad patógena. No hay duda que este importante descubrimiento contribuirá a saber más de ellas, de manera de mantenerlas bajo control.
El estudio analizó la bacteria intestinal ESCHERICHIA COLI y cómo usa el sistema CRISPR-Cas (un mecanismo de defensa que usan las bacterias y que inspiró incluso la tecnología CRISPR).
Bacteria ESCHERICHIA COLI
La mitad de las bacterias usa esta herramienta molecular, CRISPR-Cas, que le permite defenderse contra los virus que la infectan. Sí, nadie es profeta en su tierra.
Uno de los componentes de este avanzado sistema de defensa, actúa como la memoria de las infecciones. Si un virus entra en la bacteria, ésta coge un fragmento del material genético del virus, lo guarda en CRISPR y de esa formase inmuniza. Con ello, las proteínas Cas reconocen el invasor y lo destruyen.
Así opera el mecanismo CRISPR-Cas
Podrá sonar parecido al sistema inmune de los humanos, pero el sistema de las bacterias es algo único entre los seres vivos, porque la bacteria modifica su propio material genético y eso es excepcional.
Pero no todo es tan bueno. Esta barrera no está en todos los microorganismos, lo que podría significar que su evolución tiene algún costo importante para la bacteria, o bien, carecer de ella le resulta más bien beneficioso.
En todo caso, la mayor parte de las bacterias que no usa el sistema CRISPR-Cas o lo tienen inactivo, son patógenas y eso ya es un indicio.
A veces las bacterias se benefician de la entrada de material genético procedente de otras bacterias. Si lo graficamos en un ejemplo, una bacteria que es sensible a un antibiótico podría adquirir informacióngenética de otra bacteria que es resistente a ese antibiótico y con ella también hacerse resistente.
Pero este intercambio de material genético también se produce con los virus. Los virus no siempre matan a la bacteria, sino que introducen su material genético en ellas y son capaces de quedarse durante generaciones. Además, la bacteria puede incrementar su patogenicidad y aumentar sus probabilidades de supervivencia.
¿Son capaces de elegir cómo y cuándo se defienden?
La bacteria intestinal ESCHERICHIA COLI no sólo carece del CRISPR-Cas, sino que tiene un mecanismo para NO adquirirlo. Es como si la bacteria hubiera decidido la forma de cómo y cuándo defenderse.
Las primeras bacterias se desarrollaron en la tierra hace 3.800 – 4.000 millones de años, por ello, merecen nuestro respeto y admiración, ya que por orden de llegada, no siempre son bien comprendidas. Aprendamos de ellas.
En el cuerpo humano hay diez veces más células bacterianas que humanas.
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