If you follow along on my Instagram, you probably know that last week I had the pleasure to attend Starbucks' new spot opening in Granada. For that event, I decided to wear a scarf hairstyle, and it led me to a certain reflection: why aren't we braver regarding the way we get dressed?
Como probablemente sabéis si me seguís en Instagram (y si no, ya sabéis), la semana pasada tuve el placer de asistir a la inauguración previa de Starbucks en Granada, y para la ocasión decidí ponerme un pañuelo en la cabeza. Yendo para el evento, y mientras sentía las miradas en el bus, me planteaba una cuestión: ¿por qué no nos atrevemos más a la hora de vestir? Esta es mi opinión, y además os cuento dos anécdotas.
Siempre me han gustado los sombreros, pero no empecé a llevarlos hasta hace pocos años, y fundamentalmente se debe a que, cuando estaba en la Universidad, me daba vergüenza que la gente me mirara por la calle. Porque Granada, por aquel entonces, no era ciudad de muchas modernuras en el vestir. Y me temo que en muchos aspectos sigue igual... 🙄
Cuando me mudé a Madrid, donde apenas conocía a nadie y además la gente prácticamente ni te mira por la calle, decidí que era el momento de empezar a ponerme todos los sombreros que quisiera. Y aunque al principio me sentía rara y pensaba que podía dar el cante, no sólo es que nadie te miraba raro, sino que te alababan el gusto.
Al volver a vivir a Granada diez años después, decidí seguir llevando mis sombreros y todas las cosas que me da la gana independientemente de que la gente no esté acostumbrada a verlas.
La segunda anécdota es que dos personas diferentes me han contado en las últimas semanas que tienen ropa en casa que les encanta pero que no se atreven a ponerse porque la gente les va a mirar raro en la calle.
Y yo les pregunto: ¿y qué? ¿qué importa que la gente te mire o murmure si tú vas como a ti te gusta, si vas bien vestido, si no ofendes a nadie, si te apetece llevar ese chaleco con miles de estampados, ese tocado súper moderno o esos pantalones vintage? ¡Si miran, pues que miren! Tú te ves favorecido, sabes que te sienta bien, así que lo que digan los demás no debe preocuparte.
Yo creo que hay que educar a la gente. Cuanto más vean a gente con sombreros, con formas de vestir diferentes, con estilos modernos o retro, más se acostumbrarán y poco a poco dejarán de quedarse mirando. Antes, cuando yo salía a la calle con un pañuelo en la cabeza en plan fashion, se volvían a mirar 10 personas. Ahora son 5. Y dentro de poco será una.
También es cierto que los años dan seguridad en uno mismo, y que no es igual la importancia que le das a lo que piensan los demás de ti con 15 que con 20 que con 40 años, pero también va en la personalidad de cada uno. Debemos aprender a estar seguros de nosotros mismos, de nuestro estilo, de nuestras opiniones, y a expresarnos libremente (siempre que no ofendamos a nadie ni traspasemos la libertad de los demás), y no temer por no gustar a los demás, sobretodo si no los conocemos de nada o no vamos a volver a verles en la vida. Y más aún en el tema frívolo de la forma de vestir.
Así que espero que nadie más me tenga que decir que tiene el armario lleno de ropa que no se pone por el qué dirán. Hace años la abuela de un novio que tuve decía una frase que me encantaba: "si dicen, que dizan. A mí ni falta que me importa. No siéndolo..." que traducido al cristiano venía a ser un "que digan lo que quieran de mí, que yo sé quién soy y cómo soy". Pues eso.
Por cierto, si os apetece llevar pañuelos en la cabeza como yo, recordad que aquí tenéis mi vídeo con 6 peinados con pañuelo perfectos para el verano (o cuando os dé la gana).