Revista Coaching

Por qué nos cuesta tanto comunicar cómo nos sentimos ¿?

Por Juanmartinezsalinas76

Cada vez disponemos de más recursos y herramientas que facilitan la comunicación con el prójimo, sin embargo, se produce la paradoja de que muchas personas se aíslan sin comunicarse.

La conversación con otras personas es maravillosa y debemos de potenciarla al máximo e intentar que sea cara a cara. Muchas veces, personas de nuestro entorno próximo son verdaderos desconocidos para nosotros mismos porque no manifiestan nada de cómo se sienten o que piensan. Por eso, debemos establecer vínculos de confianza con nuestros entornos próximos y potenciar la comunicación entre todos los miembros. Debemos hablar sobre cómo nos sentimos, qué nos preocupa o atormenta no para que, no los solucionen los demás sino para desahogarnos y, de esa forma, quedarnos más tranquilos.

Las personas se aíslan a veces de tal manera que nos puede dar la impresión de que parece que están bien pero, como se dice coloquialmente, la procesión la llevan por dentro. Son muchos los que dicen “mis problemas son míos y no voy a molestar a los demás con ellos”. Si os encontráis mal o perdidos siempre viene bien encontrar un hombro en el que apoyaros que os pueda dar soporte y ánimo.

Hace no demasiado una amiga mía me comentaba que la hija de un amigo suyo se había quitado la vida con tan solo 22 años hacia un mes. Esta persona estaba desolada porque aparentemente su hija llevaba una vida feliz, estaba acabando sus estudios universitarios, tenía planeado preparar unas oposiciones y tenía pareja desde hacia varios años. Sin embargo, parece que la realidad era otra aunque no se lo transmitió a nadie. Su entorno se encuentra sumergido en miles de interrogantes que nunca se resolverán porque el silencio quedó establecido para siempre.

Y uno se pregunta ¿Qué puedo hacer para saber cómo se encuentra mi entorno cercano? La comunicación debe ser constante así como la insistencia en saber cómo les van las cosas. A veces cuando les preguntes ¿Qué tal están? Y te digan tirando o bien con la boca pequeña, formula otra pregunta del tipo ¿Últimamente estás muy callado? ¿Te preocupa algo? ¿Puedes contármelo para desahogarte?

Sobre todo, en este tipo de situaciones para conseguir que el otro se desahogue, no podemos juzgar aquello que nos cuente, ni reprenderle por ello porque eso conseguirá el efecto contrario, es decir, que las personas se cierren en banda y no os cuenten nada.

Por ello es fundamental que observéis a las personas cercanas porque a veces pequeños cambios a los que no les dais importancia pueden significar algo que os pase desapercibido. A veces son determinados comentarios, reacciones o caras ante algunas situaciones, silencios prolongados… Debéis demostrar verdadero interés y comunicar que estáis disponibles.

El siglo XXI es la era del estrés y de la falta de tiempo para todo. Tenemos que poner remedio a esto y dedicar todos los días un buen rato a comunicarnos y escuchar a las personas importantes en nuestra vida. A veces damos las cosas por hecho, sin hablar directamente con los interesados para que nos lo cuenten en primera persona.

El silencio interno es la cárcel de muchas personas que se encuentran aprisionadas y no saben cómo romper el yugo que no les permite avanzar. Por ello, debéis desahogaros y manifestar cómo os sentís en cada momento. El tragarse las cosas uno mismo no conlleva nada bueno. Cuando algo no te gusta o te atormenta, debes decirlo antes de que te queme y te haga verdadero daño.

¿Por qué nos cuesta tanto comunicar cómo nos sentimos?


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