
Siempre que iniciemos con una actividad deportiva de golpe vamos a tener un dolor en el cuerpo al día siguiente. Esto es normal y sucede porque la fibra muscular se encontraba en reposo y de un momento a otro hay cambios en la actividad que hacen que estas se estiren aún más y por ello viene después el dolor. Esta situación la viven todas las personas que de un momento a otro quieren hacer ejercicio, no solo los ciclistas. Pero este dolor puede prevenirse siempre y cuando ese cambio de actividad se haga de manera escalonada y pausadamente.

Una de los dolores más frecuentes también en principiantes se da en el tobillo. La tendinitis de Aquiles, como se le conoce popularmente al dolor del tendón, se da porque la bicicleta no se encuentra bien ajustada a nuestra altura y por ende el pie tiene que hacer un esfuerzo enorme para compensar el peso de nuestro cuerpo. Para aliviar este dolor, se recomienda ibuprofeno y hielo en la zona afectada. Hay que tener cuidado con la rotura del tendón de Aquiles, porque esta sí requiere tratamiento médico inmediato.
La tendinitis rotuliana, asimismo, es una lesión causada por las mismas causas de la tendinitis de Aquiles. Si la altura del asiento de la bicicleta se encuentra muy baja, es probable que los músculos de la rodilla y de los glúteos se vean afectados y por ende causen dolor. Esto se previene manteniendo una cadencia de pedaleo adecuada con una postura ideal y un asiento ajustado a su tamaño.

De igual manera, como principiantes, es frecuente a veces que suframos caídas. Hasta los más profesionales las sufren. Pero para evitar que la lesión sea grave hay que saber caer, como dicen por ahí. Cuando nos caemos, casi siempre, las manos y el brazo son los que llevan la peor parte. De esta manera, una actividad propia en el entrenamiento es saber caer. En artes marciales recomiendan que para evitar lesiones fuertes en la caída, la persona debe recoger sus manos y caer por la espalda. De esta manera evitamos roturas en los huesos.
Otra de las lesiones en los principiantes se da en la espalda por las largas horas en la bicicleta. Para evitar esta situación siempre se recomienda hacer ejercicios de fortalecimiento de los músculos lumbares y dorsales de la espalda y, claro está, hacer pausas o modificar la postura para darle un descanso a estos músculos.