Revista Diario

¿Por qué nos pasamos el día justificándonos por no dar el pecho a nuestro bebé?

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
A todos nos gusta opinar, sobre todo sobre lo ajeno. Ahora, yo procuro hacerlo en "petit comité". Pero hay mucha gente que padece "incontinencia verbal" y te sueltan lo primero que se les pasa por la mente, sin importarles el daño que puedan hacer.
El tema del embarazo, el parto y posterior cuidado de los niños es uno de los que más pie dan para que toooodo el mundo te de su opinión, te importe o no, la hayas solicitado o no.
Creo que uno de los temas estrellas es el de la lactancia materna, especialmente si te pones a consultar en Internet.
Y es que han proliferado como setas muchos grupos pro-lactancia materna que son...como lo diría yo...muy integristas y casi casi, como una secta. Estos grupos, hace años, tenían muy poca relevancia social y sonaban un poco extraños, la gente no hablaba de su pertenencia a ellos, era algo casi clandestino. Pero ya sabemos que Internet es el hogar preferido para que muchos bichos raros demos rienda suelta a nuestras inquietudes y estos grupos están actualmente en auge.
Por otro lado, tras unas cuantas décadas en las que la lactancia materna era bastante desdeñada, fundamentalmente porque entorpecía mucho el acceso de la mujer al mundo laboral (o su desarrollo profesional), ahora hemos vuelto a los orígenes. Algo de lo que, por supuesto, me alegro muchísimo.
Todas estas razones y seguro que alguna más que se me escapa, han llevado a que hoy día esté cada vez peor visto dar lactacia artificial de un bebé.
Por descontado, la lactancia materna es la mejor opción para un bebé. Es natural, aporta todo lo que el bebé necesita, está siempre disponible, es gratis y une mucho emocionalmente a la madre con el niño. Esto no lo pongo en duda.
Ahora bien, lo que no se justifica de ninguna manera es estigmatizar a todas las madres que por la razón que sea no dan el pecho a sus bebés. Hemos llegado a un punto en el que, de manera inconsciente, todas las madres que utilizamos leche de fórmula nos pasamos el día disculpándonos con el mundo por no dar el pecho: en el pediatra, en la farmacia, ante algunos amigos, ante otras madres...
Según los grupos pro-lactancia, todas las madres pueden dar el pecho y si no lo hacen es básicamente por su falta de esfuerzo, su falta de interés y su poca pericia. Por tanto, las mujeres que se rinden y no consiguen instaurar la lactancia materna son unas zopencas, poco menos, y están poniendo en serio peligro la salud de sus hijos.
Estos mensajes, lanzados repetidamente sobre todo a través de Internet han calado mucho, pues además hay muchos foros de madres donde muchos miembros pertenecen a estas asociaciones pero no lo dicen claramente, por lo que el mensaje va calando mucho más hondo.
La realidad es que existen muchas razones por las que una madre, a pesar de desearlo con todas sus fuerzas, no puede dar el pecho a su hijo. Y el no conseguirlo no la hace peor madre.
El acto de amamantar es muy íntimo y debe implicar, siempre, que la mujer se sienta cómoda.
Hace no mucho, en la consulta del ginecólogo, leí en una revista la consulta de una mujer. Decía que se sentía mal dando el pecho a su hijo porque este tardaba muchísimo en mamar y que podía pasar más de una hora enganchado a la teta. Se sentía muy atada a él, sin libertad ninguna, ni siquiera para ducharse, porque al final se le juntaba una toma con otra. Por otro lado, se sentía culpable por tener estos sentimientos, pero realmente quería abandonar la lactancia materna, puesto que la lactancia artificial permitía una alimentación más rápida y, también, que el biberón se lo pudieran dar otras personas. Así ella podría tener algo más de libertad para asearse y tomarse un respiro.
Cual fue mi sorpresa al leer las respuestas que le dejó la gente. La ponían a caer de un burro. Menos llamarla mala madre directamente, cualquier cosa. Un comentario le decía que reflexionara sobre qué clase de madre era la que prefería hacerle un mal a su hijo para ser libre. Que pensara cómo era posible que no le diera felicidad pasar todo el día dedicada en cuerpo y alma, 24 horas, 7 días a la semana, a su hijo. Que pensara si estaba preparada para tener hijos porque no era capaz de hacer este sacrificio por él...
No dejo de pensar lo que habrá sentido esa pobre madre cuando haya leído esos comentarios. Una mujer buscando apoyo. Buscando justificar que la lactancia materna no es una buena opción para ella y la gente quemándola en la hoguera.
Me horrorizan cosas así. Lo que yo me pregunto es qué clase de personas son capaces de decirle eso a una madre. A una mujer que ha sido madre recientemente y que puede, quien sabe, estar incluso inmersa en una depresión post parto.
Yo también he sufrido más de un comentario, en la farmacia, por ejemplo. "Uy, claro, es que tomando leche de fórmula los niños tienen muchísimos gases". "Pues, perdóname", le dije, "hasta hace nada mi hijo estaba con lactancia mixta y tenía más gases todavía así que no tiene nada que ver".
Hace un rato estaba leyendo opiniones sobre biberones y la gente suele empezar diciendo "a pesar de que intenté darle el pecho a mi bebé". De hecho, yo misma suelo empezar con esa frase.
Es tremendamente cansado tener que estar justificando algo que, sinceramente, no creo que haya que justificar.
Yo quise darle el pecho a mi bebé, no funcionó y no pasa absolutamente nada. Hoy día hay unas leches de fórmula estupendas que aportan al bebé todo lo que necesita, incluso más, porque están enriquecidas. Y, sí, dar leche de fórmula da libertad a la madre porque el biberón se lo puede dar cualquiera y porque las tomas son mucho más rápidas.
Y eso no me convierte ni a mi ni a ninguna otra mujer en una mala madre.

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