Revista Religión

¿Por qué pasar por Pruebas y Tribulaciones?

Por Frabreum @FRABREUM

¿Por qué pasar por Pruebas y Tribulaciones?
Job 5:7 Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción.
Debido a que hay pecadores que todavía viven en este mundo pecaminoso, los cristianos deben esperar enfrentar dificultades.

“Todo depende de cómo lo mires”, quizá sea un cliché, pero es muy aplicable para los creyentes cuando enfrentan pruebas y sufrimientos. Cualquier prueba puede ser una experiencia de gozo para un cristiano si lo mira desde la perspectiva correcta bíblica. O como Jonás (Jonas 4) y Elías (1Rey 19:1-14), las pruebas pueden ser tiempos frustrantes de autocompasión si los creyentes pierden su enfoque de lo que Dios está haciendo.
ayuno-y-jsusPara algunos de nosotros, el primer obstáculo para vencer es la misma noción de que las pruebas y las aflicciones serán parte de la vida cristiana. Pero Job 5:7 nos recuerda que la dificultad es inevitable. Si imaginamos un mundo ideal donde todo fuera perfecto todo el tiempo para los creyentes, nos estamos programando para una profunda decepción. Jesús mismo nos dijo que debemos esperar aflicciones en la vida “En el mundo tendréis aflicción” (Jn 16:33)
Todos nosotros, a mayor o menor medida, necesitamos prepararnos para las pruebas y tribulaciones. Y estos problemas serán diferentes para cada uno de nosotros. Para algunos, la prueba puede ser una crisis financiera, acompañada por la pérdida de ahorros personales o inversiones. Para algunos puede ser la pérdida del empleo con la ansiedad de no poder encontrar un trabajo pronto.
   Quizá para otros la gran prueba puede ser una enfermedad grave o una lesión en la familia, un accidente fatal automovilístico o ser devastado por un delito mayor como asesinato o robo.
En el plan y propósito de Dios, las pruebas y sufrimientos son reales y no deberían de tomarnos por sorpresa o dejarnos perplejos o enojados. Si reconocemos el rol soberano del Señor en todas estas cosas seremos capaces de afirmar estas palabras de un viejo himno:
Lo que Dios ordene está bien, Santo, Su voluntad permanecerá, Estaré quieto sea lo que Él hiciere Y seguiré a donde Él guíe
Por Tony LizanoReflexiones Cristianas

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