A la hora de decantarnos por un tipo de carpintería u otra tenemos siempre el mismo debate interno ¿cual debería de ser el material? En este caso entra el debate de la carpintería de madera, muy noble, natural, frente a la carpintería carpintería metálica más fina, más estable, con mayor estanqueidad…
Si bien es cierto que las rehabilitaciones de carpinterías de madera deberían de realizarse manteniendo la esencia del material, en las nuevas construcciones entra la duda. En esta ocasión hablaremos de cuáles son las mejores ocasiones para utilizar la carpintería metálica, en especial la de aluminio, y cuáles son las razones para que sean las más oportunas en esas situaciones.
Carpintería de aluminio en huecos pequeños
Una de las ventajas de las carpinterías metálicas es su sección. Con apenas 4 o 5 cm de espesor tenemos una carpintería con rotura de puente térmico, que nos permite una gran entrada de luz. Compara una carpintería de PVC o madera con las mismas características térmicas, verás que tienes como mínimo 10 cm. En huecos pequeños, tendremos siempre 10 cm más de luz en el sentido ancho y alto, y más amplitud de vistas ¿Es una buena ventaja, cierto?
carpintería de aluminio en hueco tradicionalEl efecto de mayor entrada de luz se consigue con los permiles de hoja oculta, muy habituales en la carpintería metálica. Esto permite que desde el exterior no se diferencien los huecos practicables de los huecos fijos. En madera y PVC son soluciones que por el momento son desconocidas y por tanto más caras.
Carpintería de aluminio en huecos grandes
Cuando planteamos grandes huecos estamos pensando en ventanas limpias, sin apenas carpintería intermedia que nos interrumpa la vista. Las soluciones de carpintería de aluminio alcanzas escasos 2 cm en los elementos verticales. Los elementos horizontales se pueden llegar a alojar en los cerramientos o en el suelo, abriendo el interior al exterior de una forma completamente directa.
vivienda unifamiliar. Diseño: Flu-or Arquitectura – foto: Héctor Santos-DíezLos grandes huecos suelen ser abiertos mediante carpinterías correderas, con diferentes formas (convencional, elevable…) y si son de madera o de PVC requieren de una mayor sección para sostener el gran peso del acristalamiento. Recuerda que este tipo de carpinterías acostumbra a tener doble o triple acristalamiento y que generalmente uno , o los dos lados del acristalamiento tienen vidrio laminado, por aquello de la seguridad, con lo que aumenta su peso. En estos casos, también es recomendable la utilización de las carpinterías metálicas, en especial las de aluminio.
La durabilidad de la carpintería de aluminio
Debido a su composición, la aleación de aluminio es altamente resistente a la oxidación y al paso del tiempo, a la intemperie.Tiene la posibilidad de los acabados anodizados (con una gama de colores amplia, pero con brillos) y los acabados lacados en los que podemos encontrar texturados, mate, brillo, de todos los colores imaginables.
Los perfiles de aluminio son extrusiones perfectas, muy bien calibradas, que permiten instalar elementos de sellado precisos, incluso en múltiples puntos de la carpintería, lo que los hace altamente resistentes a la presión del viento, haciendo la carpintería estanca a la vez que más duradera, puesto que el agua tardará más tiempo en entrar en la carpintería.
montaje de una carpintería de aluminio en taller