Ayer el Presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, anunciaba durante la celebración del Debate sobre el estado de la Comunidad que no optará a la reelección en las próximas elecciones autonómicas, aunque sí ha manifestado que piensa acabar la legislatura, prevista para el año 2016.
Para empezar ya ha conseguido desviar la atención y que este debate, que importa poco a los andaluces (imagino que solo un 5%, siendo muy generoso, saben que se celebra), se centre en la sucesión del Presidente autonómico, en vez de hablar de los problemas reales de los andaluces y de la corrupción institucionalizada en la administración.
¿Y qué razones pueden existir para la renuncia del Sr. Griñán a la reelección? Se han comentado varias, a saber:
La posibilidad de que el Presidente del Partido Socialista Obrero “Español” acabe siendo imputado en alguno de los casos de corrupción que se tramitan en los juzgados y que afectan al propio PSOE, entre otros el caso MercaSevilla, Invercaria o el caso de los ERE.
También es posible que el Sr. Griñán haya tenido en cuenta su edad, y es que en 2016 tendría 70 años y entiendo que con esa edad ya no apetezca estar en la primera línea de la política. Aunque francamente veo al Presidente de la Junta con muy buen aspecto.
Y otra de las razones puede ser el hartazgo de aguantar a los miembros de Izquierda Unida que, a la sazón, es a los que les debe agradecer el gobernar pese a haber perdido las elecciones autonómicas. Y es que para aguantar a los comunistas en el Gobierno habrá tenido que armarse de paciencia.
También ha argumentado el Presidente que hay que dejar paso a nuevas caras, indicando que “solo nuevos pilotos llevarán a nuevos horizontes”, en esto estoy de acuerdo con el Sr. Griñán, espero que los nuevos politos del PSOE andaluz les lleven a nuevos horizontes: la oposición, ¡que ya es hora!
Pero hay una cosa en la que admiro al PSOE, ayer ya estaban hablando de la convocatoria de primarias para elegir candidato a la presidencia de la Junta. Dicen que se celebrarán en julio y todos los afiliados podrán elegir al candidato. ¡Igualito que el Partido Popular, igualito! Podrían aprender los populares, que llevan más de un año mareando la perdiz con el candidato, un candidato que se elegirá en Génova y vendrá impuesto, para variar.