A veces cuando nos caemos nos sale sangre.
Esto se debe a que la sangre recorre todo nuestro cuerpo por las venas, impulsada por el corazón.
Cuando sangramos debemos ponernos una tirita, la sangre se seca y se forma una costra.
No tenemos que arrancarla, porque sino sangraremos otra vez. Cuando se forme la piel nueva, la costra se caerá sóla.
¡¡ABEL, HEMOS APRENDIDO MUCHO CON TU INVESTIGACIÓN, MUY BIEN!!