Por qué se escribe

Los libros fueron primero, más tarde, la escritura me atrapó la vida. Por qué se escribe. Supongo que la necesidad de escribir surge cuando, por las mañanas. uno siente un pinchazo extraño. Uno escribe para quedarse descalzo y caminar sintiendo la tierra; también para olvidar, y para no caer en la tentación de olvidar. Recordar en mi caso es muy costoso. Tengo mala memoria, la cabeza siempre con panza de burro, como si sólo quisiera dormir, perderse en los desiertos de los que escribe Camus. La vida es sueño o espejismo y casi siempre se torna en desmemoria, pura supervivencia. Se escribe porque se añora las canciones, los olores, las personas que ya no están pero que vivieron con nosotros nuestra  niñez. Como dije al principio no me entiendo sin libros y sin escritura, con el tiempo me he rendido a mi condición de esclavo de la escritura, que nada entiende de horarios despertándote a medianoche y obligándote a buscar un trozo de papel y un lápiz para garabatear al dictado palabras que uno escucha en sus oídos. Escribir te concilia con la vida o te encona aún más contra ella. Escribir apacigua la melancolía, te ampara en tu exilio voluntario. Escribir es un acto de humildad, es bajar a un pozo profundo y ahogarse y revolcarse en un barrizal de páginas vacías que te exigen ser escritas. Escribir es tener voz, para decir que no se está conforme. Hay rebeldía, pero también una solitaria autoexigencia que enferma. Se escribe para regresar una y otra vez a tus obsesiones, como si recorrieras una y otra vez la misma casa, preguntándote sobre el significado de la vida, de tu vida, aquello de lo que nunca se tiene respuestas. Escribir es andar descalzo por esas habitaciones, infinitas como el desierto, mientras la memoria rescata del olvido que una vez fue dichosa.