Revista Opinión

¿Por qué se populariza la dieta de Silicon Valley?

Publicado el 11 noviembre 2017 por Carlosgu82

Debido a que ahora cuento con 74 años de edad y, a expensas de  que me desempeño como escritor (periodos diarios entre 9 y 15 horas sentado frente al absorbente Computador de Mesa), mi modo de vida es peligrosamente sedentario; además, como si fuera poco, la Diabetes tipo 2 marca sobre mí cierta tendencia perniciosa, recientemente me asomé a la calidad de salud que ha de detentar mi organismo durante los muchos o pocos años que me esperan de vida en un mundo de suyo  depredador de potenciales vitales en escalas alarmantes, tal como de sobra lo sabemos. Ello me condujo a explorar dietas y dietas, en diversos nichos de nutrición inteligente. Así, inmerso en semejante tráfago, básicamente estéril, cualquier día despunté de lleno en  este editorial: ¿Por qué se populariza la dieta de Silicon Valley?

El caso es que por varios meses vengo reuniendo  magnificas cargas de datos, unos, la mayoría, buenamente de carácter anecdótico acerca de los muchos y excelentes resultados experimentados por quienes de una manera seria, consistente, se hallan aplicados a la disciplina del caso,  otros, de algún modo filtrados a través de la perspectiva autorizada de médicos, terapeutas y nutricionistas. Y esto es lo sustancial del tema:

  1. ¿Qué es Ayuno Intermitente?

Tal como se infiere de la pregunta, es la disciplina para “no comer y si  comer” durante periodos alternados ajustados a escalas de tiempo programado. Se trata, realmente, no de una dieta, sino de un plan inteligente de alimentación controlada frente a dos ventanas o secuencias de un ciclo. Además, la propuesta, no establece qué comer, sino cuándo comer.

  1. Método 16/8. Este método conocido también como “Leangains” se aplica a no comer durante 16 horas y si comer dentro del espacio de 8 horas. Aunque no fija encuadre en horario alguno, generalmente, se desarrolla así: ayuno de 8.00 PM a 12.00 meridiano y de esta hora hasta las siguientes 8.00 PM la ventana de comer.
  2. Comer-ayunar-comer: Este modo propone ciclos compuestos por días completos, es decir, un día se tiene acceso a  comer ampliamente, a pleno gusto y disposición, y el siguiente se somete a estricto ayuno. Son permitidas, en todos los periodos de ayuno (El ayuno contribuye a regular la sensación de apetito y ansiedad, además controla la glucemia), las bebidas energéticas, preferentemente café (La cafeína produce un mejor espectro de energía a través de oxidar la grasa).
  3. Beneficios Directos: Es un hecho, científicamente demostrado que cuando el organismo entra en modo de ayuno se reduce saludablemente la producción de hormonas y proteínas incidentes en el proceso de crecimiento o desarrollo físico primario, fundamental en la niñez y la pubertad, lo cual, a su vez, está conectado al avance de la vejez en lo intrínseco del sistema celular orgánico. Dicha reducción hormonal y proteínica, favorece de lleno la mejoría de los niveles de azúcar y, por ende, beneficia el control de grasas y toxinas, estimulando mejores rangos de vigor físico, claridad mental y capacidad  sexual; además  minimiza riesgos acerca de enfermedades degenerativas, dígase,   Diabetes,  Cáncer, Artritis, deficiencias cardiovasculares y cuadros neurodegenerativos como el Alzheimer y el Parkinson. Con todo, la bondad más predicada y/o promocionada por sus muchos y felices adeptos apunta  al mantenimiento de los estándares típicos de juventud (antienvejecimiento) durante más tiempo en la vida.
  4. Historia: Ayunar para efectos de salud data desde tiempos muy remotos; Hipócrates y Platón establecieron al respecto consideraciones importantes. La tesis más consistente, al parecer, deviene de la premisa propia de la medicina evolutiva por la cual la especie humana ha progresado biológicamente gracias a los ciclos de abundancia y escasez, tanto  en la recolección de piezas de caza como de frutas y semillas, todo ello  sometido a factores de técnicas y fases de cosecha, con las consecuentes secuencias de ayunos y sobrealimentación, desde el Paleolítico hasta nuestros días en la Era Industrial.

En la actualidad, uno de los propulsores mejor afianzado en la ciencia, es el doctor Mark Mattson, quien además de investigador del tema en el  Laboratorio de Neurociencia  del Instituto Nacional del Envejecimiento en Maryland, Estados Unidos, en función de practicante del Ayuno Intermitente, no ha desayunado en 35 años. Regularmente, todos los días no consume alimento convencional  a la hora del almuerzo, luego sale a correr y al regreso, en un periodo de 6 horas, se provee de las calorías correspondientes al día: unas 2000.

“Cuando te acostumbras, no es para tanto”, dice Mattson. “Por las mañanas no me da hambre, y a varios les pasa igual. Solo es cuestión de adaptarse”.

El doctor Mattson, además plantea que el organismo humano se halla maravillosamente dotado para el ayuno saludable, por cuanto a través de buena parte de su desarrollo a ras de limitaciones  alimenticias forzadas, ha evolucionado al grado de acondicionar el  hígado y los músculos  para almacenar carbohidratos  en forma de glucógenos, permitiendo que  el tejido graso acumule reservas de larga duración y luego sirva para atender todos los requerimientos orgánicos de energía vital, ello,  durante semanas en estado de ayuno.

  1. De dónde el caso de Silicon Valley: Aquí, acaso la comunidad tecnológica científica más potente y vistosa de Estados Unidos, el Ayuno Intermitente, tras enrolar en sus filas a cientos y cientos de empresarios y empleados de distinto rango, entre quienes figura Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, ya, dejando atrás el sensacionalismo de una moda, impera en oficinas, cafés y restaurantes, convertido en un grueso movimiento de  adeptos, generalmente integrados en grupos cuando se trata de beber abundantes  cantidades de café, en tiempo de ayuno y , desayunar o almorzar, durante las debidas ventanas de comer. De este modo, el método “Leangains”, como lo llaman algunos, en Silicon Valley, asume, ostensiblemente, líneas y matices de algo folclórico, especialmente, cuando durante el tiempo de comer, los populosos restaurantes locales se convierten en sitios de concentración de comensales dispuestos a llevar al estómago  varios platos en una sola sentada, mientras lo denso de las conversaciones, circulando de un foco a otro, solamente recrean las gratificantes sensaciones de vitalidad a pleno vivir y…por más años.

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