¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?
El título llama de forma poderosa la atención. Y cuando lees el contexto de semejante pregunta, más todavía. Testimonio sobre su propia experiencia. La relación con sus padres, el fundamentalismo religioso de la madre (extrema en demasiadas cosas). Una casa sin libros y una biblioteca con la sección de literatura inglesa de A a la Z a su alcance (leyendo a escondidas). Su búsqueda, de su propia identidad, de su madre biológica, del amor.Sinopsis: ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, preguntó la señora Winterson a su hija Jeanette cuando ella, recién cumplidos los 16 años, le confesó haberse enamorado de otra chica. Extraña pregunta, pero poco más podía esperarse de una mujer que había adoptado a una niña para hacer de ella una aliada en su misión religiosa, y en cambio se las tuvo que ver con un ser extraño que pedía a gritos su porción de felicidad.
Armada con dos juegos de dentadura postiza y una pistola escondida bajo los trapos de cocina, la señora Winterson hizo lo que pudo para disciplinar a Jeanette: en casa los libros estaban prohibidos, las amistades eran mal vistas, los besos y abrazos eran gestos extravagantes, y cualquier falta se castigaba con noches enteras al raso, pero de nada sirvió. Esa chica pelirroja que parecía hija del mismo diablo se rebeló, buscando el placer en la piel de otras mujeres y encontrando en la biblioteca del barrio novelas y poemas que la ayudaran a crecer.
Nº de páginas: 256. Editorial: Lumen 2012. ISBN: 9788426419651. Traductor: Álvaro Abella Villar. Primeras páginas
Fragmentos seleccionados:
Sé que nuestros sentimientos pueden resultar tan insoportables que empleamos ingeniosas estrategias, estrategias inconscientes, para mantener a esos sentimientos alejados. Hacemos un intercambio de sentimientos en el que evitamos sentirnos tristes o solos o asustados o incompetentes, y en cambio nos sentimos enfadados. También funciona a la inversa. A veces necesitas sentirte enfadado no incompetente. A veces necesitas sentir amor y aceptación y no el trágico drama de tu vida. Hace falta arrojo para sentir el sentimiento y no comerciar con él en el mercado de sentimientos o incluso transferírselo a otra persona.
Las cosas que lamento en mi vida no son las decisiones equivocadas, sino los sentimientos equivocados.
Mi error era que me empeñaba en cancelar el sentimiento cuando se volvía demasiado doloroso.
Mi madre se vio obligada a amputar una parte de sí misma para dejarme ir. He sentido la herida desde entonces.
Lo peor era no saber.
En las estrellas
La idea es estupenda, un tributo a la creación, a la imaginación; amor por el cine. El desarrollo bastante desigual. Con escenas y momentos repletos de ternura, con dosis de humor y un guiño al encanto de la falta de recursos (Ed Wood). Sin embargo me resulta reiterativa, y al final voy perdiendo interés.
Sinopsis: Víctor es un director de cine al que le superan sus propias desgracias. Es alcohólico, está en paro y terriblemente deprimido, en gran parte a causa de la muerte de su mujer. Sin embargo, Víctor sigue siendo el mejor en una cosa: contarle historias fantásticas a su hijo de nueve años, Ingmar. Dichas historias son cada uno de los guiones que sueña con dirigir en un futuro, cuando reúna todos los recursos necesarios. Víctor e Ingmar comparten un presente lleno de tristeza y precariedad, pero también plagado de robots y localizaciones de películas que han visto juntos. A pesar de formar un gran equipo, sus problemas se multiplicarán cuando los demás empiecen a cuestionar su papel como padre.
Dirección y guionZoe Berriatua. Música Ivan Palomares. Fotografía Iván Román, Rafa Roche. Reparto Luis Callejo, Jorge Andreu, Macarena Gómez, Magüi Mira, Kiti Manver, María Morales, José Luis García Pérez, Ingrid García Jonsson, Álvaro Roig, Pablo Turégano, Liz Lobato, Toni Rodriguez, Saturnino García España 2018, 85 min.