El presidente de Estados Unidos ha sugerido aplazar las elecciones presidenciales de noviembre a causa del coronavirus. Sin embargo, esa decisión no está en su mano y tampoco tiene precedentes en la historia del país.
El tres de noviembre de 2020 Estados Unidos debe acudir a las urnas, como cada cuatro años, para elegir a su próximo presidente, renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. Pero a menos de cien días de los comicios, el presidente Trump ha asegurado en un tuit que podría ser conveniente retrasar la votación para garantizar que no se produzca un fraude electoral a través del voto por correo. Esta propuesta debe ser matizada por varias razones.
With Universal Mail-In Voting (not Absentee Voting, which is good), 2020 will be the most INACCURATE & FRAUDULENT Election in history. It will be a great embarrassment to the USA. Delay the Election until people can properly, securely and safely vote???
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 30, 2020
¿Por qué el presidente no puede aplazar las elecciones?
La celebración de las elecciones presidenciales en Estados Unidos está fuertemente acotada por la Constitución y otras leyes. El presidente del país no tiene capacidad de modificarla, pues una nueva fecha estaría sujeta a otros requisitos legales. El artículo dos de la Constitución de Estados Unidos indica que será el Congreso —la Cámara de Representantes y el Senado— el que determinará cuándo deben celebrarse las elecciones a escala nacional. En 1845 el Congreso legisló para unificar la fecha electoral a nivel federal, que desde entonces es siempre el primer martes después del primer lunes del mes de noviembre. Ese día en 2020 es el tres de noviembre.
El aplazamiento de las elecciones presidenciales solo podría producirse si el propio Congreso aprueba una nueva ley federal que invalide la de 1845. En ese caso, dicha ley podría después ser recurrida ante los tribunales, por lo que existiría la posibilidad de que quedase invalidada por la vía judicial. En cualquier caso, el reparto actual de escaños en el Legislativo hace complicado que una reforma así pueda salir adelante. La Cámara está dominada por los demócratas, y es de suponer que esta formación no diese el visto bueno al aplazamiento electoral. Por su parte, los republicanos, el partido de Trump, conservan la mayoría en el Senado, pero tampoco han acogido la medida con demasiado entusiasmo.
¿Cómo funciona el sistema electoral en Estados Unidos?
¿Se pueden mover las elecciones a cualquier otra fecha?
Aunque el Congreso estadounidense pueda aprobar un cambio de fecha para las elecciones, eso no significa que tenga total libertad para decidir cuándo se va a celebrar la votación. La vigésima enmienda de la Constitución, aprobada en 1933, establece que el mandato presidencial expira el veinte de enero, al igual que el de los legisladores finaliza el tercer día del mismo mes. Eso implica que el veinte de enero del año siguiente a la celebración de las presidenciales es cuando finaliza el mandato del presidente saliente y comienza el del entrante, o empieza el segundo mandato de un presidente reelegido. Por tanto, la nueva fecha electoral debería considerar que para ese mes de enero tienen que haberse elegido ya los nuevos congresistas, senadores y presidente. En la realidad actual, eso significaría que un aplazamiento electoral debería celebrarse en algún otro momento del mes de noviembre o diciembre, poco margen para mejorar las condiciones sanitarias derivadas de la pandemia o asegurar mayores garantías electorales.
¿Existen precedentes de aplazamiento electoral?
A escala nacional y con la legislación que actualmente está en vigor, no existen precedentes de aplazamientos de elecciones presidenciales en Estados Unidos. Y, aunque la pandemia supone una situación excepcional, en este país se han celebrado presidenciales durante la Primera Guerra Mundial en 1916 —aunque en ese momento Estados Unidos todavía era neutral— y durante la Segunda Guerra Mundial en 1940 y 1944 —con el país fuera y dentro del conflicto, respectivamente—. También durante la guerra de Corea en 1952 y durante la guerra de Vietnam en 1964, 1968 y 1972. Hasta en 1864, en plena guerra de Secesión, se llevaron a cabo elecciones presidenciales en los estados afines a la Unión, en las que Abraham Lincoln fue reelegido.
Por qué Trump no puede aplazar las elecciones en Estados Unidos fue publicado en El Orden Mundial - EOM.